sábado, 23 de enero de 2016

Aleksandr Kolchak - Wikipedia, la enciclopedia libre

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Aleksandr Kolchak



Aleksandr Kolchak
Kolchak07.jpg
Información personal
Nacimiento 5 de noviembrejul./ 17 de noviembre de 1874greg.

San Petersburgo, Flag of Russia.svg Imperio ruso
Fallecimiento 7 de febrero de 1920

Irkutsk, Bandera de la Unión Soviética Rusia Soviética
Causa de muerte Fusilamiento
Nacionalidad Flag of Russia.svg Rusia
Información profesional
Ocupación Marino, militar y explorador
Rango
Participó en Guerra ruso-japonesa, Primera Guerra Mundial y Guerra Civil Rusa
Distinciones
  • Caballero de la Legión de Honor
  • Medalla Constantino
Firma Aleksandr Kolchak Signature.svg
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Aleksandr Vasílievich Kolchak (en ruso: Алекса́ндр Васи́льевич Колча́к, romanización: Aleksandr Vasil'evič Kolčak) (San Petersburgo, 5 de noviembrejul./ 17 de noviembre de 1874greg.nota 1 1 2 -Irkutsk, 7 de febrero de 19203 ) fue un marino, militar y explorador del Ártico ruso, caudillo del movimiento antibolchevique conocido como Movimiento Blanco durante la guerra civil rusa que dirigió en Siberia un Gobierno opuesto al de Lenin desde noviembre de 1918 a febrero de 1920.


Kolchak comenzó su carrera como oficial, oceanógrafo e hidrólogo de
la Armada Imperial Rusa y fue miembro y luego comandante de varias
exploraciones polares auspiciadas por la Academia de Ciencias de Rusia.2 La isla Kolchak, situada en el mar de Kara, fue bautizada en su honor. Se distinguió en el sitio de Port Arthur durante la guerra ruso-japonesa
(1904-1905), durante el que hundió el crucero japonés Takasago con una
mina. Después de la guerra fue uno de los renovadores de la flota rusa y
participó en la creación del Estado Mayor de la Armada, el equivalente
de la Stavka. Durante los primeros años del siglo xx, alternó sus estudios científicos y exploraciones con sus tareas de modernización de la Marina rusa en el Estado Mayor.


Una vez comenzada la Primera Guerra Mundial, tomó parte en diversas acciones en defensa del Báltico, a cuya flota
se hallaba asignado como capitán del buque insignia. En 1916, a causa
de sus actos de heroísmo y habilidades, se convirtió en el más joven vicealmirante de la Armada Imperial de todos los tiempos y obtuvo el mando de la flota del mar Negro, donde se distinguió nuevamente al lograr controlar este y asegurar los transportes a los ejércitos que combatían en el Cáucaso. Después de la Revolución de Febrero de 1917, respaldó al Gobierno provisional ruso, confiando en que ayudaría a reforzar la moral y continuaría las operaciones militares contra los Imperios Centrales hasta la victoria. La radicalización de la situación política le hizo, sin embargo, abandonar su mando a finales del verano.


Debido a la Revolución de Octubre y la firma del tratado de paz con Alemania, aceptó convertirse en ministro de Guerra del Gobierno ruso antibolchevique con sede en Omsk. En noviembre de 1918, los social-revolucionarios
fueron expulsados del gobierno antibolchevique de Omsk en un golpe de
Estado y Kolchak fue elegido «Gobernante Supremo» de Rusia.4
Pese a sus éxitos militares iniciales, mal apoyado por sus aliados, con
un mando militar mal coordinado y en ocasiones insubordinado, una
administración ineficaz, corrupta y percibida como reaccionaria, tensas
relaciones con la Legión Checoslovaca
y los atamanes cosacos, perdió el apoyo de la población local, cada vez
más levantisca, y de parte de sus propias tropas durante la durísima
evacuación del invierno de 1919 a través de Siberia.
A finales de 1919, los restos de su ejército y cientos de miles de
civiles se retiraron en desorden para escapar de la ofensiva bolchevique
que tomó Omsk en noviembre. Atrapado en el ferrocarril en la retirada y
acosado por revueltas, levantamientos y el abandono de los
checoslovacos que controlaban el Transiberiano, Kolchak fue arrestado por estos y entregado en Irkutsk
a los rebeldes que se habían levantado contra Kolchak, los cuales lo
entregaron a los bolcheviques. Interrogado por las autoridades
bolcheviques de la ciudad, la cercanía de tropas fieles a su persona y
el temor a que fuese rescatado llevaron a que se decidiese su
fusilamiento poco después, en febrero de 1920.


Considerado un enemigo del pueblo, totalmente ninguneado como
explorador del Ártico por los historiadores y periodistas soviéticos, su
figura ha sido objeto de rehabilitación en la Rusia postsoviética,5 así como de una exitosa película apologética: Almirante (2008).


Fue condecorado con las órdenes de Santa Ana de primera clase, San Jorge de tercera clase, San Vladimiro de tercera clase y San Estanislao de primera clase.



Índice

Vida y carrera tempranas


El Zaryá, la nave de la expedición ártica de Toll
(1902-03), en la que participó Kolchak como tercer oficial. Cuatro de
los miembros de la expedición, incluyendo a Toll, se perdieron y Kolchak
intentó encontrarlos sin éxito en 1903 en isla Bennet a bordo de un
ballenero.
Nació en la fábrica de armamento de Obújov,6 a las afueras de San Petersburgo, el 5 de noviembrejul./ 17 de noviembre de 1874greg.,7 nota 2 en una familia de clase media8 con tradición en la armada, de ideas conservadoras y patrióticas.9 1 Hijo de un oficial naval8 6 procedente de la pequeña nobleza ucraniana, Vasili Ivánovich Kolchak, general de división de la artillería de marina retirado,10 el joven Aleksandr fue educado para seguir los pasos de su padre.11 Su madre, Olga Ilinichna Posojova, provenía de Odesa y descendía de la nobleza de Jersón.6 Asistió a la escuela secundaria de la capital rusa (entonces San Petersburgo),11 se graduó segundo de su promoción11 en la Academia Naval de San Petersburgo10 en 18948 —tras seis años de estudios— y se unió al 7.º Batallón Naval de la ciudad.12 13 A los pocos meses fue transferido a Extremo Oriente a bordo del crucero acorazado Riúrik.12 13 A finales de 1896, en Vladivostok, se le trasladó al crucero Kréiser, en el que realizó diversos viajes por el Pacífico.13 Sirvió en esta ciudad de 1895 a 1899.12
El tiempo libre que le dejaban sus tareas en la armada lo dedicaba a
los estudios oceanográficos y llamó la atención del explorador y
almirante Makárov.10 13


De vuelta al oeste, fue destinado a la base naval de Kronstadt.14 Kolchak siempre había tenido interés por las exploraciones del Ártico,14 y solicitó unirse a la expedición polar del almirante Makárov.14 Sin embargo, fue destinado al nuevo acorazado Petropávlovsk y más tarde al Kniaz Pozharsky durante el verano de 1900, para volver de nuevo al Petropávlovsk, asignado a la Flota del Pacífico.14 13 Al hacer escala en El Pireo,14 Kolchak recibió la noticia de que había sido admitido en la expedición polar del barón Toll de 1900,12 15 10 8 y retornó inmediatamente a San Petersburgo.13 Allí se entregó por completo a sus estudios en el Observatorio Físico General y el Observatorio Magnético de Pávlovsk para prepararse para la expedición.15 13 A continuación, se trasladó a Oslo para aprender técnicas de exploración con Fridtjof Nansen.13 La expedición partió hacia la península de Taimyr y las islas del Ártico11 en junio de 1900, con Kolchak como participante.16 Pasó los dos años siguientes en el Ártico.12 11
Ante la imposibilidad de continuar el avance en barco, Toll decidió
seguir la expedición a pie con tres hombres mientras ordenaba el regreso
del resto.17 Tras enfrentarse a considerables dificultades, Kolchak retornó en diciembre de 1902 a la capital;18 el otro grupo, Toll incluido, desapareció en los hielos.17 15 Kolchak dirigió voluntariamente una expedición de rescate15 8 19 que finalmente descubrió indicios de la muerte de todo el grupo en la primavera de 1903.17 12 20 Con característica lealtad y valentía,12
Kolchak pasó dieciocho meses en el Ártico tratando de encontrar a los
miembros de la expedición y recorrió en bote más de cuatrocientos
kilómetros.12



La flota rusa hundida en Port Arthur durante la guerra ruso-japonesa. Kolchak participó en las batallas en mar y en tierra.
Se encontraba en Yakutsk recuperándose de los rigores de la expedición, cuando en marzo de 1904 estalló la guerra ruso-japonesa.21 15 22 Solicitó y obtuvo el permiso de la Academia de Ciencias para reincorporarse a la Armada.22 Camino del Pacífico, se detuvo brevemente para casarse en Irkutsk21 con la que había sido su prometida durante los últimos cuatro años, Sofia Fedorovna Omirova.23 22 Kolchak se presentó voluntario23 a pesar de su mala salud,24 y fue enviado a Port Arthur,17 donde se le asignó al crucero Askold y posteriormente al destructor Amur.22 Finalmente fue trasladado al destructor Serdity, el primer buque a su mando;22 se distinguió en la defensa del acorazado Sevastópol y ganó la Espada de la Orden de San Jorge24 por desplegar el campo de minas que hundió al crucero japonés Takasago.25 21 Cuando se intensificó el asedio de la base rusa, se le asignó el mando de una batería de 75 mm en tierra.26 22 Posteriormente herido, fue hecho prisionero cuando la ciudad se rindió en diciembre de 1904.25 27 Permaneció ingresado en Port Arthur hasta su traslado a un hospital en Nagasaki,26 22 en abril de 1905.27 Su mala salud, con brotes de neumonía y reumatismo,27 condujo a su repatriación por Canadá26 en la primavera de 1905.22


Tras la guerra y un permiso de cuatro meses, a comienzos de 1906, se
dedicó al estudio del material recogido durante sus dos expediciones al
Ártico en la Academia de Ciencias.17 11 27 22 En reconocimiento a sus esfuerzos y exploraciones, la Sociedad Geográfica Imperial le otorgó la Medalla Constantino,17 21 8 28 le admitió como miembro de pleno derecho y dio su nombre a una isla del mar de Kara.29 Por un tiempo fue apodado Kolchak-Poliarny («Kolchak el Polar»).30


Miembro del nuevo Estado Mayor de la Armada desde abril de 190625 26 31 hasta 1909, Kolchak se convirtió en uno de los modernizadores de la marina de guerra rusa,25 afiliado al grupo de jóvenes oficiales reformistas conocido como «Círculo Naval Petersburgués».26 31 24 28
Defendió en vano un ambicioso proyecto de construcción naval para lo
que consideraba una segura guerra con Alemania en el futuro próximo.31 Esto lo llevó a dimitir de su trabajo en la Escuela naval y en el Estado Mayor y volver a la exploración.31 32


Entre 1908 y 1910, estuvo al mando del rompehielos Vaigach,33
uno de los dos buques de casco metálico construidos para una nueva
expedición ártica que debía probar la posibilidad de recorrer el Ártico
durante el verano.34 31 35 Se había encargado la preparación de la expedición a Kolchak por su anterior experiencia en la región.28 Llamado de vuelta a la capital imperial en noviembre33 de 1910 antes de poder continuar la expedición35 para seguir con su trabajo en la Armada ante la posibilidad de una guerra con Alemania,34 31 35 formó parte nuevamente del Estado Mayor de la Armada desde 1910 hasta 1912.11 31 36 Kolchak convenció a la Duma para que incrementara los presupuestos navales,34 y tuvo buenas relaciones con la cámara legislativa.26 31 El principal cometido de Kolchak en el Estado Mayor era la modernización33 de la flota y su preparación para la guerra con Alemania.36


Agotado por su trabajo en el Estado Mayor, cesó en este para unirse a la flota del Báltico tras recibir el ofrecimiento de su comandante en 1912.31 Se hizo cargo del destructor Ussuríets, principal buque de la sección de minado de la flota.11 37 Tras una estancia en Libau, principal base de la sección de minado, se lo nombró jefe de operaciones31 por su capacidad34 y en 1913 comandante del destructor Pograníchnik y capitán del crucero Rúrik.37 En 1914 dejó el Pograníchnik y mantuvo el mando del buque insignia de la Flota del Báltico que mandaba el almirante Von Essen, el Rúrik.31 38


La Primera Guerra Mundial


Kolchak lanzando su sable por la borda para que no caiga en manos de los bolcheviques. Su gesto fue muy apreciado por los círculos opuestos a la revolución, que le enviaron una réplica.39
Durante la Guerra, Kolchak fue uno de los oficiales más activos de la Flota del Báltico.26 Kolchak supervisó los vastos campos de minas de la costa,34 tendidos para proteger a la inferior flota rusa de los ataques de la alemana,40 participó en las operaciones de minado de las bases navales alemanas de Kiel y Danzig34 41 24 y comandó las fuerzas navales en el golfo de Riga.42 43 En abril de 1915 fue ascendido a capitán.44 Por su participación en la exitosa defensa de Riga, recibió la más alta condecoración militar rusa, la Orden de San Jorge26 44 y fue ascendido más tarde a vicealmirante42 43 11 45 8 en junio de 1916,45 46 nota 3 siendo el hombre más joven en obtener tal rango,42 8 y se le dio el mando de la Flota del Mar Negro11 45 46 24 (16 de juliojul./ 29 de julio de 1916greg.),42 43 en sustitución del almirante Andréi Eberhart.47


El objetivo prioritario de Kolchak era garantizar el abastecimiento de los ejércitos del general Yudénich que se hallaban en el Cáucaso
luchando contra los otomanos (pocos meses antes de su llegada al mar
Negro, el asalto combinado de las fuerzas de Yudénich y la Flota del Mar
Negro permitió la captura de la importante ciudad de Trebisonda), y que los navíos otomanos ponían en peligro.47 Logró que el Yavuz Sultan Selim (el Göben que, con tripulación y mandos alemanes, se había unido a la flota otomana) y el Midilli (Breslau) tuviesen que abandonar su ataque en el mar Negro y minó la entrada al Bósforo.48 También combatió eficazmente la amenaza de los U-boot alemanes, que tuvieron que limitar severamente sus actividades desde su base en la ciudad búlgara de Varna,49 y así mejoró notablemente la seguridad de los mercantes rusos que abastecían a los frentes caucásico y suroccidental;48 se le encargó asimismo planear la invasión del estrecho del Bósforo,50 que jamás se realizó.42 43 49
La flota de Kolchak tuvo gran éxito hundiendo barcos carboneros turcos
y, puesto que no había líneas férreas que unieran las minas de carbón
del este de Turquía con Constantinopla, causó un gran daño al esfuerzo bélico turco.42 Durante el periodo de mando de Kolchak, su flota logró una superioridad total frente a la del enemigo.43


El mayor desastre que tuvo lugar bajo su mando fue la explosión del acorazado tipo dreadnought Emperatriz María en el puerto de Sebastopol el 7 de noviembre de 1916.51 Se llevó a cabo una cuidadosa investigación que indicó que la explosión fue probablemente accidental.51


El periodo revolucionario

A comienzos de 1917, la situación política del Imperio ruso se deterioraba por momentos, y Kolchak viajó a Batum para entrevistarse con el comandante supremo del Cáucaso, el gran duque Nicolás, sobre el acondicionamiento de los puertos del Cáucaso y de Trebisonda para abastecer a las fuerzas rusas en la zona.52 Al recibir un telegrama con las primeras noticias de la revolución en Petrogrado se apresuró a volver a Sebastopol.53 A su llegada ya se había producido la abdicación del zar Nicolás como consecuencia de la Revolución de febrero de 1917.54 A diferencia de las revueltas en la Flota del Báltico
en la que su comandante fue asesinado, la reputación de Kolchak y el
respeto que inspiraba evitó la repetición de estos hechos en la del Mar
Negro.43 24


Al comienzo, convencido de la incapacidad del último Gobierno zarista, vio con buenos ojos la revolución,55 56 creyendo que daría paso a un gabinete liberal capaz de llevar al país a la victoria militar.57 58
Kolchak defendía la guerra como catarsis purificadora así como el
nacionalismo y el militarismo, a los que consideraba principales
virtudes humanas, a la vez que se oponía al pacifismo, el socialismo y
el internacionalismo, que asociaba a la democracia occidental, en cuya
conveniencia para ser implantada en Rusia no creía.56 Su ideología política era más cercana a una monarquía constitucional de tipo británico.56 Las primeras semanas, antes de la radicalización de la situación, Kolchak pudo trabajar conjuntamente con los nuevos sóviets de soldados59 hasta que la agitación hizo que se convenciese de que la propaganda entre las tropas minaba el esfuerzo de guerra.57 24 Tras la Revolución de Febrero,
Kolchak recibió diversas invitaciones de grupos políticos liberales y
conservadores para entrar en política gracias a su fama de patriotismo y
liderazgo durante la guerra.57


En abril, la Flota del Mar Negro se sumió en el caos, con la radicalización de los sóviets de marineros.54
En mayo Kolchak viajó brevemente a la capital donde se le ofreció el
mando de la Flota del Báltico, para tratar de contener la delicada
situación revolucionaria en esta, pero finalmente no fue transferido.59
Durante su estancia en San Petersburgo, se mostró de acuerdo con el uso
de las tropas que había sido ordenado por el gobernador militar de la
ciudad, el general Lavr Kornílov, durante la crisis de abril.57 De vuelta al mar Negro, el 9 de juniojul./ 22 de junio de 1917greg., rehusó entregar su espada como exigieron los sóviets a los oficiales de la flota,60 que habían demandado el desarme24 de los mismos creyendo que había una conspiración contrarrevolucionaria entre los oficiales,39 60 lanzándola al mar39 11 24 y partiendo poco después a la capital para tratar de convencer al Gobierno de la necesidad de restaurar la disciplina en el ejército.61 nota 4


Habiendo descubierto el ministro de Defensa, Kerenski, una conspiración para convertir a Kolchak en dictador, y existiendo una solicitud62 estadounidense para que este les asesorase sobre una posible operación contra Constantinopla, Kérenski le ordenó salir del país para que ejerciese como asesor militar del Reino Unido y los EE. UU.63 Partió hacia los Estados Unidos en agosto, a través de Bergen,
Londres y Canadá, invitado no por el Gobierno estadounidense, sino por
la delegación naval americana que se hallaba de visita en Rusia.62 El 28 de agostojul./ 10 de septiembre de 1917greg., alcanzó la capital estadounidense.62
El Gobierno de Washington, que no había solicitado el viaje de Kolchak,
no llegó a entender el propósito de su misión, que resultó un fracaso.64
Kolchak había supuesto por sus conversaciones con la delegación naval
estadounidense en Rusia que Washington planeaba emprender una misión
anfibia contra los estrechos otomanos y deseaba su consejo en esta
operación pero, una vez en los Estados Unidos, quedó claro que no era
así.65
Por consiguiente, tras varias semanas de visitas a diversos centros de
la Armada y de asesoramiento naval general, se preparó para regresar a
Rusia.66 Con el Báltico bloqueado por el enemigo, decidió regresar a Rusia por Asia a finales del mes siguiente.66 El 26 de octubre la delegación rusa llegó a San Francisco y el 9 de noviembre zarpó camino de Vladivostok en un buque japonés.66


La Guerra Civil Rusa

Primeras actividades contrarrevolucionarias


Kolchak, junto al general Horvath, comandante de las tropas rusas del transmanchuriano, y del cónsul ruso en Harbin,
Popov. Sus intentos de reunir una fuerza antibolchevique en la región
resultaron infructuosos por las rencillas de los distintos grupos y la
oposición de Japón.
Kolchak se encontraba en los Estados Unidos, a punto de embarcar en San Francisco para regresar a Rusia a través de Japón, cuando tuvo lugar la Revolución de Octubre, en noviembre de 1917.63 2 Completamente entregado a la lucha contra los Imperios Centrales, se ofreció a la Royal Navy para continuar la lucha.63 67
A pesar de su convencimiento de la necesidad de implantar una dictadura
en Rusia, Kolchak, reacio a encabezar aún un movimiento favorable a
esta, prefirió alistarse con los británicos para continuar la guerra,67 que aceptaron su oferta en diciembre de 1917.68 Se opuso firmemente al Tratado de Brest-Litovsk y estaba decidido a continuar combatiendo a Alemania hasta la victoria militar.56


Inicialmente, los británicos pensaron en enviarlo a Mesopotamia,63 68 pero al final el Gobierno británico decidió que sería más útil para los Aliados que ayudara a acabar con los bolcheviques y volviera a introducir a Rusia en la guerra.63 Camino de Rusia, en Pekín había recibido el encargo británico, que no pudo llevar a cabo por la oposición japonesa,69 de reunir las unidades rusas en Manchuria para apoyar la contrarrevolución.70 68 2 71 72
Desde finales de abril de 1918 y durante cerca de dos meses trató
infructuosamente de reunir las fuerzas rusas, chinas y mongolas que se
encontraban en la concesión rusa a lo largo del ferrocarril transmanchuriano.73 Durante este periodo Kolchak hubo de enfrentarse con algunos de los líderes contrarrevolucionarios de la región, los atamanes cosacos, Grigori Semiónov e Iván Kalmykov, con los que más adelante mantendría tensas relaciones.69


El 15 de mayo de 1919, como encargado militar del pseudogobierno formado por el general Horvat en Harbin con apoyo japonés,74
trató en vano de someter a Semiónov, que tras su entrevista con Kolchak
se proclamó independiente de Horvat y rompió con este y Kolchak, quien
había tratado de que abandonase su colaboración con Japón.75 Tras la disputa con Semiónov, Kolchak rompió su anterior inclinación temporal hacia Japón.72
Ante su incapacidad de entenderse con los japoneses Horvat lo relevó de
su puesto a finales de mayo, otorgándole el mando de una unidad militar
menor.76 Kolchak trató de utilizarla para marchar sobre Vladivostok pero Kalmykov le bloqueó el paso.76


Derrocamiento del Directorio de Omsk y ascenso a Gobernante Supremo

El 30 de junio, decidió abandonar la empresa ante la oposición
general. Nuevamente enfermo, partió a descansar a Japón, donde renovó
sus contactos con los británicos.69 En Japón forjó amistad con el general Alfred Knox, antiguo agregado militar británico en Rusia y jefe de la misión militar británica,71 que se encontraba en el país camino de Siberia
y que, además de ser considerado el más agudo observador de la
situación del país, era un hombre de tendencia autoritaria y hostil a
los movimientos socialistas.69 Acompañado de Knox, Kolchak regresó a Rusia71 y desembarcó en Vladivostok, el 18 de septiembre de 1918.77



Kolchak, sentado, acompañado por el general británico Alfred Knox, jefe de la misión militar británica, y otros oficiales de la misma nacionalidad, de visita en el frente.
De allí se trasladó a Omsk (13 de octubre de 1918),77 camino de Crimea donde residía su familia y pensaba unirse a la lucha contra el Gobierno soviético.70 En esta ciudad recibió el ofrecimiento del nuevo Directorio de convertirse en su ministro de Defensa,78 77 que aceptó el 4 de noviembre de 1918,70 2 con la aprobación de Knox.79 El Directorio se había formado por acuerdo del Gobierno Provisional Siberiano y del Komuch,
conformándose una inestable alianza de grupos de tendencias liberales,
conservadoras y socialdemócratas (socialrevolucionarios y mencheviques),79 unida por su antibolchevismo.80
Kolchak era la figura más prestigiosa de este gabinete de catorce
hombres; el Directorio esperaba jugar la baza del respeto que le tenían
los Aliados, en especial el jefe de la misión militar británica, el general Alfred Knox.81
Su aspecto marcial, su patriotismo, su anticuado código de valores que
le daban un aura de integridad en una ciudad corrupta, su fama como
explorador y como uno de los mejores oficiales de la marina, le
favorecieron.2


A pesar de haber formado finalmente un Gobierno los últimos días de
octubre, el fin del Directorio era inminente; importantes fuerzas
conspiraban ya entonces para su derrocamiento y la proclamación de una
dictadura, con la simpatía de Knox, que, según el diario del comandante
de las fuerzas del Directorio, el general Bóldyrev, ya había puesto sus
ojos en Kolchak como candidato al cargo de dictador.2
Knox, ya antes de partir de Vladivostok hacia Omsk, había comunicado al
director del espionaje británico que Kolchak era «el mejor ruso para
nuestro propósito en el Lejano Oriente».71


Pocos días después, el 18 de noviembre, un oficial cosaco, el yesaúl Iván Krasílnikov arrestó a Nikolái Avkséntiev, Vladímir Zenzínov y a otros dirigentes socialrevolucionarios.82 83 84 El golpe contó con la connivencia de Knox y la misión militar británica,4 aunque su participación directa es controvertida.85 86
Los británicos, que habían asignado un batallón de sus tropas como
escolta de Kolchak (único ministro que recibió semejante trato),
protegieron además los edificios oficiales y patrullaron las calles de
la ciudad tras el golpe para evitar posibles acciones armadas en defensa
del Directorio por parte de la Legión Checoslovaca.87 79 88 En general, los representantes aliados en la zona favorecían la implantación de una dictadura militar.86


Los restantes miembros del gabinete nombraron a Kolchak89 —recién llegado de una inspección del frente—82 Gobernante Supremo84 (Verjovny Pravítel) con poderes dictatoriales83 90 y «comandante en jefe de las fuerzas de mar y tierra»4 tras sopesar y descartar al general Vasili Bóldyrev, comandante de las fuerzas del Directorio.82 81 Kolchak, que favorecía la implantación de una dictadura militar, no había tomado parte en el golpe de Estado,82 y se hallaba a propósito ausente de Omsk.89 Al mismo tiempo, el Consejo de Ministros lo ascendió a almirante.88 91 Poco después los dirigentes socialrevolucionarios detenidos durante el golpe fueron deportados,81 con la condición de que abandonasen la actividad política,92 mientras que los principales militares que habían participado en el mismo eran ascendidos.93 81 89 84


Las reacciones al pronunciamiento fueron variadas,89
desde la hostilidad de socialrevolucionarios y mencheviques o de los
legionarios checoslovacos, del primer ministro británico o del
presidente estadounidense, pasando por el escepticismo de los
partidarios de la autonomía de Siberia dentro del Imperio ruso, de
Semiónov o de los japoneses, o la indiferencia de la mayoría del
campesinado, hasta el apoyo entusiasta de los kadetes y los partidos de derecha, los oficiales, los círculos empresariales o diversos representantes aliados en la región.94


La dictadura: Kolchak y su régimen

Primeras medidas


Sello postal emitido en 1919 con la leyenda: «Por la Rusia unida − Kolchak, Gobernante Supremo de Rusia».
Los socialrevolucionarios arrestados durante el golpe fueron expulsados de Siberia, y Kolchak hizo público el siguiente manifiesto:95


El Gobierno Provisional ruso ha llegado a su fin. El Consejo de
Ministros, teniendo todo el poder en sus manos, me ha investido a mí, el
almirante Aleksandr Kolchak, con este poder. He aceptado esta
responsabilidad en las circunstancias excepcionalmente difíciles de la
guerra civil y la completa desorganización del país, y ahora hago saber
que no voy a seguir ni el camino reaccionario ni el camino mortal de la
lucha partidista. Mis principales objetivos son la organización de una
fuerza de combate, el derrocamiento del bolchevismo, y el
establecimiento de la ley y el orden, de manera que el pueblo ruso pueda
ser capaz de elegir una forma de gobierno de conformidad con sus deseos
y alcance los altos ideales de libertad e independencia. Hago un
llamamiento a ustedes, los ciudadanos, para unirse y sacrificarlo todo,
si es necesario, en la lucha contra el bolchevismo.


Otra medida aprobada pronto por el nuevo Gobierno fue la
privatización de parte del comercio, nacionalizado antes por los
bolcheviques, para satisfacción de los Congresos Siberianos de Comercio e
Industria, que desencadenó una ola de especulación y de escasez de productos.96
Los empresarios, que habían apoyado el golpe de Estado, mantuvieron
gran influencia en cuestiones económicas en la dictadura, tanto desde
dentro como desde fuera del Gobierno.96


Kolchak y los Aliados

Para ganarse el favor de los Aliados
y de la opinión pública extranjera la dictadura mantuvo una continua
propaganda a favor de la democracia, de escasa credibilidad en la zona.97 También como gesto a los Aliados, el nuevo régimen se comprometió al pago de la enorme deuda exterior rusa,98 99 que había sido rechazada por el Gobierno bolchevique.97 La misión militar británica se convirtió en uno de los pilares fundamentales del nuevo régimen siberiano de Kolchak.100 99 El general Knox quedó como responsable de las unidades de la retaguardia mientras que el general francés Maurice Janin mandaba las tropas extranjeras del frente101 (21 de enero de 1919).102 79 Los británicos se convirtieron en el primer suministrador de armas y dinero para el régimen de Kolchak.99 103 Dada la pronta retirada de los checoslovacos del frente para pasar a vigilar el Transiberiano101 a comienzos de 1919, el mando y la influencia de Janin quedaron en puramente nominales frente a los de Knox.79


Los ocho mil soldados estadounidenses en Siberia tenían orden de ser
estrictamente neutrales con respecto a los «asuntos internos de Rusia»,
limitándose a mantener el funcionamiento del ferrocarril Transiberiano
en el Lejano Oriente.99 El comandante estadounidense, William S. Graves, sentía desagrado por el gobierno de Kolchak, al que consideraba reaccionario y autocrático,99 una opinión compartida por el entonces presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson.
A pesar de los recelos hacia la dictadura de Kolchak, los
estadounidenses le enviaron armamento y le concedieron créditos, pero no
reconocieron oficialmente su Gobierno.99


Los checoslovacos se mostraron hostiles a Kolchak desde el comienzo.104 El Consejo Nacional Checo aprobó una moción el 21 de noviembre de 1918 que condenaba su golpe de Estado y negándose en principio a colaborar con su régimen.104
Pronto hubo motines entre las tropas y Radola Gajda, al que el Consejo
le había prohibido castigar a los agitadores, abandonó la Legión y se
pasó al servicio de Kolchak.105
En enero de 1919, unidades enteras se negaron a regresar al frente y la
Legión hubo de pasar a la retaguardia, encargándose de patrullar el
Transiberiano entre Ekaterimburgo y Cheliábinsk e Irkutsk.105 101


En aquel momento, cerca de cien mil tropas aliadas se encontraban en
Siberia, oficialmente enviadas para ayudar a la Legión Checoslovaca a
restablecer el frente oriental contra los Imperios Centrales, pero en la práctica para luchar contra el Gobierno soviético.106
La Legión Checa y las misiones militares británica, estadounidense,
italiana y francesa defendían la retaguardia de Kolchak y mantenían
abierta una ruta de suministro de seis mil cuatrocientos kilómetros,
desde Vladivostok a Omsk, a lo largo del Transiberiano.107 101
Kolchak nunca aprobó el reparto de las zonas de vigilancia por los
Aliados, pero no se opuso con firmeza a ella porque era una vía de
abastecimiento esencial para su gobierno y los Aliados garantizaban su
funcionamiento.108


A finales de 1918, Kolchak envió al antiguo primer ministro liberal del Gobierno provisional ruso, el príncipe Georgi Lvov,
como representante de su Gobierno, para tratar de obtener el
reconocimiento internacional de este por parte de los Aliados, sin
éxito.107
Los Aliados, sin embargo, sí sostuvieron a Kolchak militarmente con
amplios suministros: en los seis primeros meses de 1919, el ejército
blanco del almirante obtuvo de los Aliados un millón de fusiles, quince
mil ametralladoras, setecientos cañones, ochocientos millones de
cartuchos y ropa y equipo militar para medio millón de hombres,107 aunque es difícil saber qué proporción de ese material acabó llegando al frente.109 La munición entregada a Kolchak en este periodo equivalía a la producción soviética para todo el año.107


Dictadura y democracia


Kolchak, «gobernante supremo», trabajando.
Más allá de su fachada constitucional, la dictadura de Kolchak abandonó cualquier intento de democracia o libertades,97 impidió que el Consejo de Ministros heredado del Directorio
ejerciese control alguno sobre las tareas de gobierno y entregó el
poder al ejército, que se mostró, al contrario de lo esperado por sus
defensores, como deshonesto e incapaz, utilizando este poder para crear
feudos y llevar a cabo una especie de venganza personal sobre los que
consideraba culpables de la pérdida de sus antiguos privilegios.110 106 El nuevo jefe del Estado Mayor, el joven coronel Dmitri Lébedev,
extendió poco a poco el control de los militares por los territorios
controlados por Kolchak y se infiltró en la administración.111 El Estado Mayor, con un personal cada vez más numeroso, empleaba a miles de oficiales que rehuían el frente112 y se entregaban a inútiles trabajos en comités diversos de nulo resultado.111 La camarilla de Kolchak, reunida informalmente en el Consejo del Gobernante Supremo,94 cobró una importancia política creciente y arrinconó al Consejo de Ministros,94 que fue perdiendo progresivamente influencia durante la primera mitad de 1919.113


La apariencia democrática era necesaria para lograr el apoyo de los
Aliados, fundamental para lograr el reconocimiento oficial como Gobierno
de Rusia (que finalmente no obtuvo), conseguir participar en la Conferencia de Paz de París,
seguir obteniendo armamento y abastos para su lucha contra el Gobierno
soviético, controlar las actividades desestabilizadoras de Japón en el Extremo Oriente ruso o mitigar la hostilidad de la Legión Checoslovaca.114
Kolchak, sin embargo, albergaba escasas simpatías por la democracia, y
se negó a contemplar la convocatoria de elecciones para la futura
asamblea constituyente hasta después de la guerra, o a aceptar que
participasen en ella formaciones socialistas.115 106


La mayoría del gabinete era kadete, bien oficial u oficiosamente, como lo era el programa de gobierno y la ideología del régimen.116 La cercanía del almirante con los kadetes se debía en parte a su experiencia política, de la que él carecía, y a compartir el ideal de una gran Rusia.116
Con los reveses militares en el verano de 1919 se acentuaron además
tres características en su gobierno, habituales en el pasado: el chovinismo, la xenofobia y el antisemitismo, utilizado como justificación117 de sus errores.118


El dictador y su entorno

Kolchak, en vez de ejercer el Gobierno a través del gabinete,
prefería hacerlo de manera informal, rodeado de favoritos y consejeros
oficiosos.119 Teóricamente subordinado al control del gabinete,116 podía aprobar «medidas extraordinarias» que le permitían zafarse de tal control.120 Las fuerzas más reaccionarias, además, se reunieron en torno a Kolchak,121 aislándole cada vez más de sus ministros.120
Pronto una camarilla de aduladores y aprovechados utilizó el poder
arbitrario de Kolchak para fundar una especie de corte a su alrededor.120 Desde el 3 de diciembre de 1918,
cualquier ataque contra el dictador quedó penado con la muerte,
mientras que la «calumnia» quedaba castigada con prisión perpetua.122 A pesar de la propaganda, Kolchak, patriota fervoroso, bizarro,116 y con cierta capacidad de atracción de las delegaciones aliadas,122 no se mostró a la altura como político, economista122 o militar.123
Privado de astucia política y del necesario carisma para lograr el
respaldo popular para su causa, su pasado de militar y estudioso no le
había preparado para la complicadísima tarea de derrotar al Gobierno soviético desde la subdesarrollada Siberia.123 Su programa político reflejaba más su fe personal que el deseo de lograr respaldo entre la población.124 Su habilidad para tratar con sus subordinados políticos era nula, acostumbrado a mandar y no a negociar.124
Entregado y trabajador, desconocía completamente, sin embargo, la
complejidad de una administración pública y daba la impresión a los que
le conocieron durante la época de dictador de encontrarse fuera de su elemento natural, las fuerzas armadas.124


Más cómodo en asuntos militares que en los políticos, Kolchak se
concentró intensamente en aquellos, descuidando estos y reuniéndose
solamente de tarde en tarde con el gabinete o el primer ministro.125
A pesar de su desconocimiento total de la guerra en tierra, Kolchak
trató de dirigir las operaciones militares, para disgusto de sus
subordinados.125 Alrededor de un tercio de su periodo de gobierno Kolchak se halló ausente de la capital, de viaje por el frente.126 Esto no aseguró, sin embargo, su control sobre las fuerzas armadas, no ya la de los atamanes
cosacos que se conducían como reyezuelos, sino los ejércitos del
frente, mandados por oficiales rivales y en ocasiones insubordinados.116


A pesar de su título de dictador, el carácter de Kolchak tampoco era habitual en tal puesto.126 116 Con escaso criterio político y militar, era fácilmente influenciable y tenía escasa voluntad propia.126 Era muy susceptible a las críticas, a menudo mal informado y propenso a delegar las decisiones, incluso las más importantes.116 Su ministro de Defensa durante el verano de 1919 lo describió así:127


Carece de planes, sistema o voluntad propios. Y de este modo era como
cera blanda que sus consejeros y su cortejo moldeaban a voluntad. Era
como un juguete desvalido en manos de aquel que lograse su confianza y
hacerse con su voluntad.


Privado de la capacidad necesaria, tampoco contó en general con
consejeros y colaboradores que la supliesen, rodeado fundamentalmente
por aventureros y aprovechados que conocían la debilidad del almirante por cualquier plan presentado como necesario para la patria o del movimiento.127 En parte la mediocridad de la administración de Kolchak se debía a la elección de personal del propio almirante,109 116 pero también provenía de la escasez de políticos y administradores de talento en la región.128


La salud de Kolchak tampoco correspondía a las necesidades de la dictadura: sus viajes por el Ártico,
su continuo trabajo durante años en el Almirantazgo y el frente y la
dura impresión de las revoluciones le afectaron física y mentalmente.128
Enfermo con un brote de gripe y neumonía en diciembre de 1918 que casi
le cuesta la vida, solamente reapareció en público en febrero y daba la
impresión de hallarse agotado y enfermo.128


La dictadura y las fuerzas sociales


Billete de 300 rublos del Gobierno de Kolchak. La dictadura sufrió graves problemas monetarios y una gran inflación, que avivó el descontento social.
Las victorias militares del invierno de 1919 retrasaron la promulgación de legislación, especialmente la social, hasta la primavera,129 dada la concentración del Gobierno en los asuntos militares y su renuencia a tratar temas controvertidos en el Movimiento Blanco.130 Las leyes aprobadas finalmente en este ámbito en la primavera fueron incompletas, contradictorias y provisionales.130


Ya a finales de 1919, el representante británico en Siberia, sir
Charles Eliot, describía a su Gobierno el régimen de Kolchak como
impopular, sostenido únicamente por las clases acomodadas, el ejército y
los funcionarios, con un ejército plagado de oficiales reaccionarios,131 a menudo monárquicos, y una imagen mucho menos liberal que la de su propaganda entre la población.132 La propaganda de los soviéticos terminó siendo más efectiva que la del régimen de Kolchak, que daba una impresión reaccionaria y favorable a la restauración del antiguo régimen zarista.131


Incapaz de imponer el control del Gobierno central en el campo, aquel decidió no celebrar las elecciones a los zemstvos rurales y prorrogar su composición de 1917 tras haber sido purgados por el ejército de sus miembros más hostiles al nuevo Gobierno.133 Privados de autoridad real, estos órganos de gobierno local quedaron paralizados.133 El escaso control administrativo del campo quedó en manos del Ministerio del Interior.133


Los gobiernos municipales de las ciudades, las dumas municipales, sí
que celebraron elecciones pero, dada la represión del régimen contra
toda oposición y el riesgo para cualquier opositor, registraron un nivel altísimo de abstención.134


La relación con el campesinado fue mala por la incapacidad de la administración de exponer de forma clara su postura sobre la propiedad de la tierra.135 136
Los tecnicismos legales que indicaban que la cuestión quedaba pospuesta
a la decisión de la futura asamblea constituyente, la devolución de
parte de las tierras a los terratenientes
y la expropiación por el Estado de las tierras ocupadas por los
campesinos hasta la decisión de la asamblea produjeron la agudización de
la desconfianza de los campesinos, que veían estas acciones como meras
maniobras que ocultaban la vuelta a la situación anterior a las
revoluciones.135 137 Los abusos de los atamanes cosacos, teóricamente subordinados a Kolchak pero en la práctica a menudo fuera de su control,99 104
influyeron también enormemente en la hostilidad de muchos campesinos
hacia el régimen de Kolchak que, con sus salvajes acciones punitivas
contra los pueblos que se resistían a las levas o al pago de impuestos,
empeoró la situación.138 139 137



Reparación de vías férreas en Siberia en 1919. La principal vía de abastecimiento de Kolchak fue el Transiberiano
a pesar de su progresivo deterioro y su incapacidad para cubrir
simultáneamente las necesidades del ejército y de la población civil.
Tampoco fue buena la relación entre el régimen y las minorías de la región por el chovinismo ruso de Kolchak, sus oficiales, y los políticos kadetes, opuestos a las ambiciones nacionalistas de las minorías, a las que opusieron en todo momento su ideal de una Rusia indivisible.140 141 142 Aunque de importancia secundaria en Siberia,140
la cuestión privó al Movimiento de importantes apoyos y frustró
acuerdos con fuerzas nacionalistas como el Gobierno finlandés, dispuesto
en el verano de 1919 a marchar sobre Petrogrado a cambio, entre otras condiciones, del reconocimiento oficial de su independencia, que Kolchak rehusó conceder.143 142


La industria en la región era escasa, a comienzos de la Primera Guerra Mundial
Siberia contaba únicamente con el 10,5 % de las fábricas del país, el
4,3 % de los obreros y el 2,2 % de la producción industrial.144
Las fábricas siberianas solían ser más pequeñas y antiguas que las de
otras partes del país, tendían a centrarse en la explotación de las
materias primas de la región y la producción de maquinaria, textiles,
productos químicos o armamento era casi nula.144 El Transiberiano empleaba casi a un tercio de los obreros y su mantenimiento dependía casi por completo de fábricas en manos de los soviéticos.144


La relación del régimen con los sindicatos fue mala, siendo estos
reprimidos militarmente, a pesar de que sus protestas eran en general de
carácter económico y no político.145 El derecho de huelga fue prohibido.146
Ya antes de la toma de poder por Kolchak los trabajadores siberianos,
que habían aceptado las insurrecciones contra los soviéticos
inicialmente, se habían desilusionado con los nuevos Gobiernos: el
periodo de Kolchak acentuó el descontento129 y las protestas.147 El Ministerio de Trabajo, en manos de un antiguo menchevique, era impotente para aplicar medida alguna o para frenar los abusos de los militares.146 El ejército hubiese preferido la prohibición de los sindicatos, pero las relaciones con los Aliados impidieron que fuesen disueltos, a pesar de ser sometidos a dura represión.148


En economía el Gobierno mostró una clara preferencia por la empresa privada
frente a las fuertes cooperativas de la región, a pesar del apoyo de
estas y de la incapacidad de aquellas para resolver los problemas de
abastecimiento y de la producción bélica.149 Frente a los doscientos millones aportados al esfuerzo bélico de Kolchak por las cooperativas, las empresas privadas apenas alcanzaron los doce.150 En algunos círculos del Gobierno y, especialmente, del ejército, se asociaba a las cooperativas con el bolchevismo.151


En parte el descontento de la población se debía a causas económicas:
gran parte de los productos manufacturados se habían importado de otras
regiones o del extranjero antes de la guerra civil
e incluso los productos más esenciales habían aumentado
extraordinariamente su precio ante la imposibilidad de importarlos
usando el Transiberiano, que se reservaba casi de forma exclusiva para
uso militar.152
El problema de la distribución también incluyó a los alimentos, cuya
falta afectó a la población de las ciudades, lo que facilitó la
extensión de epidemias de tifus, escarlatina o gripe, que crecieron a lo largo de 1919.153 Las medidas del Gobierno para mejorar la situación de los trabajadores fueron tardías e insuficientes.154


Otro grave problema del Gobierno fue la cantidad de refugiados que se concentraron en las ciudades, mal preparadas para acogerlos: Omsk pasó de unos ciento treinta mil habitantes en 1917 a más de medio millón durante el gobierno de Kolchak.154
Aunque una minoría vivía en la opulencia, la mayoría se hacinaba en
vagones de tren, hoteles repletos o chabolas en las afueras de la
ciudad, en condiciones similares a los trabajadores.155 La población había crecido de unos quince millones en 1917 a veinte en 1919, aunque solo Siberia Occidental podía alimentar a sesenta millones según cálculos de las cooperativas.156


El Gobierno, aun consciente del desafecto de los trabajadores debido a su incapacidad de suministrarles alimentos y combustible,
fue incapaz de resolver la situación debido a diversos factores: la
indiferencia del ejército a las necesidades de los civiles, la ineptitud
de la administración, la preferencia por la empresa privada frente a
las más eficientes cooperativas locales, el aumento de la población o
los problemas de transporte.157


Primeros combates: avances y retrocesos (noviembre de 1918-enero de 1919)


Kolchak, rodeado de oficiales de las fuerzas blancas. El primero por la izquierda, sentado junto a él, Radola Gajda,
uno de sus más brillantes comandantes, al mando del Ejército Siberiano.
Más tarde se alzó contra Kolchak, fracasó y fue deportado.
Inicialmente las fuerzas blancas de Kolchak obtuvieron notables éxitos,158 que ocultaron, no obstante, el desorden en el ejército y la corrupción en la capital.129 Dado que Kolchak no dominaba el combate terrestre, dejó la mayoría de la planificación estratégica en manos del coronel Dmitri Lébedev, sin experiencia alguna de mando,158 −promovido a general− y su Estado Mayor.


El ejército norte, al mando del checo Radola Gajda,108 que avanzaba desde Ekaterimburgo desde noviembre, tomó Perm el 24 de diciembre de 1918159 160 108 y, tras una pausa para reorganizarse, se desplegó desde esta base estratégica. El 3.er Ejército Rojo cedió alrededor de 200 km108 en un mes de combates librados a cerca de 35 grados bajo cero.159 160 Las unidades de Kolchak obtuvieron un sustancioso botín en la ciudad,108 tanto en prisioneros como en armamento y transporte, y el control de una importante fábrica de armamento.159 160
La victoria militar sirvió además para desviar la atención de las
matanzas producidas por el levantamiento de los días anteriores en Omsk.159


El alborozo inicial, sin embargo, pronto dio paso a mayor sobriedad cuando los soviéticos lograron capturar Ufá el 31 de febrero de 1919.161 Tras perder las ciudades industriales con fábricas de armamento de Izhevsk y Vótkinsk en noviembre, la toma de Ufá desbarató los intentos de impedir el acceso de los soviéticos a los Urales.161 A finales de enero estos tomaron Uralsk y la estratégica ciudad de Oremburgo, que cortaba la conexión ferroviaria entre Samara y Taskent, derrotando para ello a los cosacos locales.162


La ofensiva de primavera

A los combates del invierno le sucedió la planificación de una nueva campaña que comenzó en marzo de 1919.163 El plan consistía en avanzar por tres frentes, establecidos a comienzos de enero:


  • Gajda (al mando del Ejército Siberiano, con base en Perm)164 debía avanzar hacia Viatka.165 Era el mayor de los tres y contaba con unos sesenta mil hombres.108

Soldados del ejército de Kolchak, de origen campesino y, en general, escasa instrucción militar.
Kolchak había logrado reunir ciento doce mil hombres en el campo de batalla167 contra una fuerza de aproximadamente cien mil soldados bolcheviques.166
La escasez de industrias en Siberia hizo que las unidades de Kolchak
tuvieron que ser armadas, vestidas y abastecidas por los Aliados,
principalmente por los británicos:168 desde el armisticio hasta agosto de 1919, el Gobierno del Reino Unido gastó oficialmente 69 285 000 libras en los «blancos» según un informe de su ministerio de Defensa.169
A pesar de su número, las tropas de Kolchak eran a menudos levas de
campesinos sin instrucción militar, alistados en sus unidades por la
fuerza y muy jóvenes, condición favorecida por los oficiales para evitar
a los veteranos de la guerra mundial, considerados favorables a los
bolcheviques.170



Avances de los ejércitos de Kolchak en la ofensiva de primavera, entre marzo y principios de junio de 1919.
La ofensiva comenzó el 4 de marzo de 1919.171 Las unidades de Kolchak avanzaron unos 150 km a lo largo del ferrocarril Perm-Viatka.171 El 2.º Ejército Rojo fue rechazado hacia el norte y perdió Ojansk (7 de marzo), Osa (8 de marzo) y Sarapul el 10 de abril de 1919.172


En el centro, el Ejército Occidental rechazó el lento avance del 5.º Ejército Rojo y tomó Birks (10 de marzo) y Ufa (14 de marzo) de 1919.172 A comienzos de abril, tomó Belebéi (7 de abril) y Bugulma (10 de abril) y sobrepasó su objetivo de alcanzar el río Ik.172 Cambiando los planes ante la inesperada rapidez del avance, Kolchak ordenó continuar el mismo el 12 de abril de 1919.172 El Ejército Occidental continuó avanzando a lo largo de las líneas férreas Ufá-Samara y Ufá-Simbirsk, a la vez que tomaba Chístopol junto al río Kama a finales de mes, camino de Kazán.173


En el Sur, la retirada del 5.º Ejército Rojo obligó a hacer lo mismo al 1.º para evitar ataques en su flanco izquierdo y evacuó Sterlitamak a comienzos de abril.173 Los cosacos de Oremburgo tomaron mientras Aktiúbinsk el 11 de abril, cortaron la línea férrea Oremburgo-Taskent y aislaron a las fuerzas soviéticas en Asia Central.173


En menos de dos meses de ofensiva Kolchak había avanzado cerca de
trescientos kilómetros, aumentado la población bajo su gobierno en más
de cinco millones de personas, tomado miles de prisioneros del Ejército Rojo y situado a sus unidades a menos de cien kilómetros de Kazán, Samara o Simbirsk.173 160
Sus ejércitos habían logrado separar en dos al Grupo de Ejércitos
Oriental soviético tras la toma de Chístopol, lo que dejó al 2.º y 3.er ejércitos (al norte) aislados del 1.º, 4.º y 5.º (al sur).173 167
Con la excepción de un saliente en el Sur, Kolchak había recuperado
prácticamente a finales de primavera las posiciones sostenidas por los
checoslovacos en agosto de 1918.174


Las sublevaciones antibolcheviques en Simbirsk, Kazán, Viatka y Samara facilitaron su avance.171 165
El recién formado Ejército Rojo demostró poca disposición para el
combate, y se retiró permitiendo que los blancos avanzaran hasta una
línea que se extendía desde Glázov a Uralsk pasando por Oremburgo.
Kolchak dominaba por entonces un territorio de más de 300 000 km²,
habitado por siete millones de personas. En abril, el alarmado Comité Ejecutivo Central
de los bolcheviques hizo de la lucha contra Kolchak su primera
prioridad, lo que permitió que los soviéticos contasen en junio con una
ventaja numérica de unos veinte o treinta mil hombres en el frente
oriental.175


Diversos factores explicaban el avance de las fuerzas de Kolchak: el
Grupo de Ejércitos Oriental soviético había perdido a sus mejores
unidades, trasladadas a otros frentes, su avance había sido temerario,
desperdigando sus fuerzas; los mandos menores y los comisarios se habían
mostrado mediocres y bisoños, la disposición del ataque de Kolchak
había sido inesperada y la superioridad numérica de este al comienzo,
notable.176


Sin embargo, según llegó el deshielo de primavera la posición de
Kolchak degeneró: sus ejércitos habían avanzado más allá de sus líneas
de suministros, que estaban agotándose, y el Ejército Rojo estaba
aumentando enormemente sus efectivos en la zona con el reclutamiento
masivo de nuevas tropas.177
A finales de mayo el número de efectivos del Grupo de Ejércitos
Oriental se había triplicado hasta los 341 424 hombres y su armamento
había aumentado también.177 Mijaíl Frunze llegó para tomar el mando del 5.º Ejército soviético.166


Contraofensiva soviética de verano (mayo-julio de 1919)

El 28 de abril de 1919, Mijaíl Frunze atacó el flanco izquierdo de Janzhin, tomó tras dos días Buguruslán y amenazó con rodear la vanguardia del Ejército Occidental.177
Gracias a la deserción del comandante de la 25.ª División soviética,
las unidades de aquel pudieron retirarse ordenadamente tras el río Ik,
posición que habían alcanzado a mediados de mayo.177


Más al norte, infantes soviéticos tomaban Chístopol el 4 de mayo y cerraban así la brecha entre unidades del Grupo de Ejércitos.177


El 15 de mayo caía Belebei y el 7 de junio la 26.ª División del 5.º Ejército soviético cruzaba el río Bélaya en persecución del Ejército Occidental, que abandonó en medio del pánico Ufá,166 con importantes depósitos de armas y alimentos, dos días después.177 178 El intento desesperado de evitar la captura de la ciudad por los batallones selectos de Kappel,
todos condecorados con la Orden de San Jorge, que cargaron a la
bayoneta contra las posiciones soviéticas de Frunze, fracasó y se saldó
con más de tres mil muertos.179



La contraofensiva soviética del verano de 1919 devolvió primero a las
fuerzas de Kolchak a las posiciones de comienzos de la primavera y luego
les arrebató el control de los Urales. El intento de contraofensiva de agosto centrado en Cheliábinsk fue un rotundo fracaso que supuso el relevo del jefe del Estado Mayor, Lébedev.
En el norte, sin embargo, el Ejército Siberiano de Gajda continuaba su avance y tomó Glázov108 a comienzos de junio.180 Ante la retirada del Ejército Occidental, no obstante, Gajda quedó expuesto y hubo de comenzar el repliegue;166 Glázov se abandonó el 13 de junio.180 No pudo realizar el deseado enlace con las tropas británicas que avanzaban desde Arjánguelsk.108 Sarapul había sido capturada por el 2.º Ejército soviético el 2 de junio.180 El 6 tomaba Izhevsk, que en dos semanas producía ya quinientos fusiles diarios para los soviéticos.179 En dos semanas, las fuerzas de Gajda habían regresado a su punto de partida, Perm.180


En el sur, donde el frente se había mantenido estable de marzo a
mayo, unidades cosacas habían logrado atravesar las líneas del 4.º
Ejército soviético avanzando hacia Nikoláyevsk, acercándose a las
unidades de Piotr Wrangel que asediaban Tsaritsyn y a 40 km de Samara.180
Tras amenazar brevemente la retaguardia del 5.º Ejército, hubieron de
retirarse, siendo exiguas para mantener las posiciones alcanzadas.180


Durante el mes de mayo, la mayoría de las unidades baskires desertaron en masa a los soviéticos,112
aunque la primera gran deserción tuvo lugar en febrero, cuando dos mil
de ellos cambiaron de bando una vez que los soviéticos les garantizaron
la formación de una nueva república autónoma y Kolchak insistió en
disolver las unidades baskires e integrarlas en el Ejército Siberiano.181


A finales de junio, las fuerzas de Kolchak se hallaban aproximadamente donde habían comenzado la ofensiva de primavera.180 112 El Comité central bolchevique, a pesar de la oposición de Trotski y Jukums Vācietis,
que temían que Kolchak dispusiese de numerosas reservas, decidió a
finales de junio y comienzos de julio continuar el avance más allá de
los Urales.180 182


El 1 de julio, durante las celebraciones de aniversario de la creación del Gobierno Provisional Siberiano, se conoció la pérdida de Perm,182 abandonada ese mismo día.183
Las derrotas del frente agudizaron el agotamiento mental y el
nerviosismo de Kolchak, que durante julio y agosto se mostró
extremadamente nervioso, agotado, irascible, con ataques de ira.183 Su aspecto físico empeoró notablemente.183


El 11 de julio, los soviéticos socorrían a la guarnición de Uralsk, largo tiempo sitiada.184 En el frente central, el 5.º Ejército tomaba Zlatoust,182 localidad que controlaba el principal paso de los Urales, el 13 de julio.184 185 La ciudad había sido abandonada apresuradamente con grandes cantidades de material, que cayeron en manos de los soviéticos.184 En el norte, tras la caída de Perm, Ekaterimburgo182 se capturó a mediados de mes (14 de julio).184 186 Esta ciudad había sufrido un gran pogromo
con dos mil muertos de su escasa población judía poco antes de ser
tomada por los soviéticos, símbolo del creciente nerviosismo de los
partidarios de Kolchak y de su búsqueda de chivos expiatorios para sus
reveses.185 117


En diez semanas, el Ejército Rojo
había avanzado cerca de quinientos kilómetros en el frente norte y
seiscientos en el centro, lo que privó a Kolchak de las minas y las
fábricas de los Urales, su única base industrial.184 185
El revés militar también trajo consecuencias políticas: el
reconocimiento de los Aliados al Gobierno de Omsk dejó de plantearse.184 182


Las deficiencias organizativas y de estrategia del mando blanco,
junto con la escasa calidad de sus tropas, que comenzaron a desertar en
masa ante las primeras derrotas,109 quedaron de manifiesto durante la contraofensiva soviética.187 Las deserciones
para atender los campos y el gran número de bajas entre los soldados
bisoños redujeron enormemente el tamaño de las fuerzas de Kolchak, que
apenas alcanzaba la mitad de los sesenta mil hombres de marzo dos meses
más tarde.188 Los intentos de aumentar el reclutamiento y de utilizar las últimas reservas fracasaron.188 Tampoco hubo intento alguno por utilizar los prisioneros de guerra soviéticos, para desesperación de la misión militar británica, que los consideraba potenciales reclutas.189 El mando de Kolchak prefirió ejecutarlos en masa o encerrarlos en campos de prisioneros, donde morían a menudo de frío y de tifus.189
La oficialidad, a pesar de ejemplos de heroísmo aislado, se mostró en
general indisciplinada y caprichosa y esto dificultó la ejecución de las
órdenes.190


Las derrotas del verano supusieron además un gran contratiempo
económico para Kolchak: esfumada la posibilidad de ser reconocido como
Gobierno oficial de Rusia desaparecieron las posibilidades de obtener
los necesarios créditos de los Gobiernos Aliados.191
El régimen tuvo que seguir sosteniéndose de la única fuente de
financiación de la región, que ya se había mostrado muy generosa con los
anteriores gobiernos antibolcheviques: las cooperativas.192 193 El Gobierno, sin embargo, con su preferencia ideológica por la empresa privada, no mantuvo buenas relaciones con el sistema cooperativista,151 a pesar del enorme apoyo económico (doscientos millones de rublos hasta octubre de 1919) y moral recibido de este.194 La retirada militar también causó una crisis política en el Gobierno, cada vez menos seguro de su victoria final.185


Contraataque en Cheliábinsk

Con el ejército en retirada se creyó conveniente reorganizarlo182 pero esto llevó semanas de discusiones entre los mandos del frente y el Estado Mayor y la dimisión del general Gajda,186 que había exigido el relevo de Lébedev158 y la obtención para sí del mando de todas las fuerzas, infructuosamente.195


Mientras se discutía la conveniencia de montar un contraataque continuaba la retirada, evacuándose Ekaterimburgo en completo desorden el 14 de julio.196 A pesar de la oposición de algunos generales, Lébedev, apoyado por general Konstantín Sájarov y con el beneplácito de Kolchak, logró la aprobación de la contraofensiva alrededor de Cheliábinsk.197 El objetivo principal de Kolchak era impresionar mediante una victoria militar a los representantes Aliados, reunidos por entonces en Omsk para decidir la continuación del apoyo a su Gobierno.197



Los principales primeros ministros Aliados: David Lloyd George, Vittorio Orlando, Georges Clemenceau y el presidente estadounidense Woodrow Wilson en París
en 1919. Los reveses militares del verano les hicieron descartar la
posibilidad de reconocer oficialmente al Gobierno de Kolchak.
El plan consistía en abandonar Cheliábinsk a los soviéticos para, a
continuación, rodearlos mediante un movimiento de pinza formado por dos
brazos: el septentrional con seis divisiones al mando de Voisetjovski y
el meridional con tres y una brigada de caballería al mando de Kappel.197 La maniobra debía acabar con el aprisionamiento del 5.º Ejército soviético en una bolsa centrada en la ciudad.197


El 27 de julio, las primeras unidades soviéticas entraron en la ciudad,186 abandonada según el plan.198
El ataque de las unidades de Kappel, completamente bisoñas, fracasó,
siendo fácilmente rechazadas por la 26.ª división soviética, una unidad
de choque.198
En el norte Voisetjovski logró cortar pasajeramente el ferrocarril
Cheliábinsk-Ekaterimburgo, antes de ser atacado por unidades del 3.er Ejército soviético al mando de Frunze, que lo rechazaron hacia Kurgán y el río Tobol el 2 de agosto.198 Kolchak perdió en la operación varios miles de hombres y numerosos material y abastos.198 El 4 de agosto se perdía también Troitsk y con ella todo contacto con el Ejército Meridional, que comenzó su retirada hacia Turquestán.198


El 2 de agosto, los soviéticos tomaban definitivamente Cheliábinsk, centro agrícola de la ladera oriental de los Urales,
y capturaron miles de prisioneros, convirtiéndose su victoria en prueba
de la ineptitud del alto mando de Kolchak, en manos del incompetente
Lébedev.195 A comienzos de agosto las fuerzas de Kolchak se hallaban ya al este del Tobol, más cerca de Omsk que de los Urales.186


Tras el fracaso de la contraofensiva de Cheliábinsk a comienzos de
agosto de 1919 los Aliados desecharon la idea de que Kolchak y su
Gobierno fuesen el principal centro del Movimiento Blanco
y abandonaron la idea de reconocerlo como Gobierno oficial de Rusia,
aunque esta resurgió efímeramente durante el otoño con los pasajeros
avances de Yudénich y Denikin en otoño.199
A partir de entonces los Aliados se limitaron a entregar la ayuda ya
prometida y sostener moralmente al régimen mientras traspasaban el
grueso de su apoyo material a Denikin.199
Los intentos de algunos elementos del régimen de chantajear a los
Aliados con amagos de acercamiento a Alemania fracasaron en su objetivo
de recuperar la ayuda pasada y no contaron con el respaldo de Kolchak,
que se negó a contemplar la cooperación con los alemanes y sus
partidarios.200


Además de los reveses en el frente la situación en la retaguardia era ya en el verano preocupante.201 Los desmanes del ejército en el campo y la crisis económica habían favorecido el descontento del campesinado y la aparición de crecientes bandas de partisanos202 que operaban al norte y al sur de la línea del Transiberiano y controlaban amplios territorios,201 203 a pesar de estar en general mal armados.204
Las derrotas en el frente acentuaron la represión militar y los
desmanes, a pesar de las órdenes del mando para acabar con estos y, en
especial, con la quema de aldeas como práctica de castigo.201


Los intentos de los socialistas moderados, considerados por los más reaccionarios poco más que un grupo de «kerenskistas»,
de reformar el régimen y formar un órgano de control de la dictadura, a
pesar de tímidos avances a comienzos del verano, acabaron fracasando,
negándose Kolchak a finales del verano a estudiar sus propuestas de
reforma.201


La contraofensiva de Ishim-Tobol (septiembre-octubre de 1919)


El general Dieterichs, al mando de la contraofensiva de Ishim-Tobol, que
detuvo temporalmente el avance soviético. Dieterichs, beato y
reaccionario, era, sin embargo, uno de los oficiales más capaces del
ejército de Kolchak.
Tras su victoria en la batalla alrededor de Cheliábinsk a comienzos de agosto el Ejército Rojo continuó su avance durante todo el mes.205 El 1.er y 4.º ejércitos, agrupados en el frente del Turquestán al mando de Mijaíl Frunze, empujaron al Ejército Meridional formado por los cosacos de Oremburgo y del Ural hacia Persia y el Sinkiang mientras que el 3.º y 5.º avanzaban a lo largo de las líneas férreas Ekaterimburgo-Tiumén-Ishim y Cheliábinsk-Kurgán-Petropávlovsk, respectivamente.205 A mediados de agosto los soviéticos capturaron Tiumén y Kurgán, abandonadas sin lucha por el ejército de Kolchak.205 A finales de mes aquellos se encontraban a 70 km del río Ishim, última barrera natural antes de Omsk.205
Ante la posibilidad de tener que evacuar la capital, se sopesaron las
alternativas militares: bien tratar de rechazar al enemigo en el Ishim y
empujarle de vuelta al río Tobol o abandonar la capital y formar un nuevo frente a lo largo del río Obi o cerca del Baikal.205
A pesar de los temores de hundimiento militar en caso de que fracasase
una nueva ofensiva, se optó por tratar de conservar la capital.205


El plan del general Dieterichs consistía en un ataque al centro del frente que debía comenzar el 1 de septiembre de 1919
desde el Ishim, combinado con un rápido movimiento envolvente en el
flanco derecho contra el 5.º Ejército soviético a cargo de la
caballería, que debía cortar la retirada hacia el Tobol a los
soviéticos.206 La planificación del ataque fue deficiente206 y, a pesar de la reorganización del ejército a mediados de agosto,182 este siguió contando con un exceso de unidades y de mandos para apenas sesenta mil hombres.207 El 3.er
Ejército, formado por los restos del Ejército Occidental, contaba con
un alto mando capaz de administrar un ejército de un millón de hombres.207
Los tres nuevos ejércitos (el 1.º y el 2.º creados por la división del
Ejército Siberiano y el 3.º del Occidental) contaban con cinco mandos,
once cuarteles generales de cuerpos de ejército y treinta y cinco de
divisiones y brigadas.207 Los intentos de movilizar a la burguesía
para aumentar el tamaño de las unidades fracasó nuevamente y el
reclutamiento apenas llegó al 25 % de los objetivos en la mayoría de las
zonas, haciendo peligrar los preparativos para el ataque.208 A finales de agosto apenas se habían reunido reclutas para formar una división, aunque se habían formado ya mandos para once.208
Mientras los oficiales del frente escaseaban, las unidades de mando en
la capital seguían siendo gigantescas y desproporcionadas.208
Eran numerosos los jóvenes oficiales que podían verse en
resplandecientes uniformes día y noche en la capital, pero no en el
frente.193


Los intentos de reunir una gran fuerza cosaca para el crucial ataque de flanco planeado por Dieterichs tampoco fructificaron.209 La mayoría de los cosacos
que no se habían enrolado ya en las fuerzas armadas no mostraron
interés en unirse al ejército, tratando de no verse involucrados en la guerra civil.209
El día que debía comenzar la ofensiva la fuerza cosaca apenas había
reunido siete mil quinientos hombres cuando se esperaban al menos veinte
mil.209 A pesar de lo exiguo de la unidad, se dio la orden de comenzar el ataque según el plan previsto.209


La sorpresa hizo que las unidades de Kolchak comenzasen avanzando y aprovechasen el excesivo avance de los soviéticos, alejados de sus centros de mando.210
Gracias al traspaso de tropas rojas del frente siberiano al meridional,
las fuerzas de Kolchak contaban además con una ligera ventaja numérica.210
El 2.º Ejército no logró flanquear al 2.º soviético, pero los cosacos,
por su parte, sí consiguieron al comienzo algunas victorias al sur de Petropávlovsk y derrotaron a la 5.ª y 35.ª divisiones del 5.º Ejército soviético entre el 7 y el 9 de septiembre de 1919.210 Los avances continuaron durante las dos semanas siguientes.211
Los cosacos, sin embargo, retrasaron repetidas veces el fundamental
ataque contra Kurgán que debía cortar la retirada ordenada de las
unidades soviéticas, para desesperación de Kolchak y del alto mando.211
Dieterich ordenó a la fuerza cosaca de Ivanov-Rinov atacar en seis
ocasiones, pero este se limitó a desoír las órdenes, por lo que fue
temporalmente destituido.211 El 30 de septiembre, e incluso sin el esperado golpe de los cosacos contra la retaguardia soviética, las unidades de estos habían cruzado el Tobol y perdido Tobolsk, capturado por el 1.er Ejército de Kolchak, y numerosos hombres y material.212
La reconquista, no obstante, era engañosa: con unas fuerzas cada vez
más menguadas de poco más de veinte mil hombres, sin refuerzos
destacables y con un enemigo que se reforzaba por momentos, la
probabilidad de continuar el avance era nulo y la posibilidad de
mantener la línea del Tobol hasta la primavera quedaba en duda.213 La debilidad del frente hacía que el ejército fuese muy vulnerable a cualquier contraataque soviético.213


Los intentos del beato Dieterichs de convertir la ofensiva en una
cruzada para aumentar el número de reclutas y poder mantener el frente
fracasó, tanto en el número de soldados obtenidos como en su calidad.214 Mientras, los soviéticos consiguieron reforzar sus unidades con varias decenas de miles de hombres entre el 1 y el 13 de octubre de 1919 y alcanzaron una ventaja de tres a uno a mediados de mes.214 El 14 de octubre recibían la orden de contraatacar y el 18 habían logrado cruzar el Tobol.214 El ejército de Kolchak comenzó entonces una retirada que no se detuvo ya hasta llegar al océano.214


Retirada y pérdida de la capital


Columna de tropas «blancas» en retirada en 1919. La retirada hacia Siberia Oriental tras la evacuación de Omsk
a mediados de noviembre de 1919, en terroríficas condiciones, se cobró
la vida de numerosos refugiados y disolvió las fuerzas armadas.
El 22 de octubre de 1919, el 1.er Ejército abandonó Tobolsk a los soviéticos, mientras el 2.º y 3.º retrocedían hacia Ishim y Petropávlovsk.214 A pesar de la importancia estratégica de esta última, se abandonó el 31 de octubre, al igual que la primera, que se evacuó con los puentes sobre el río intactos el 4 de noviembre.215


Dieterichs ordenó la evacuación de Omsk, planeando reformar el frente más al Este, el 29 de octubre de 1919.216
Kolchak, sin embargo, decidió defender la capital y rescindió la orden,
a pesar de que ya parte de las unidades habían marchado al Este.216 Kolchak llamó a las armas a la población para defender la ciudad.216


La desautorización de Dieterichs llevó a la dimisión de este, sustituido por el general Sájarov, el 4 de noviembre.217 El mando de los distintos ejércitos también se reorganizó.217


A pesar de las declaraciones optimistas de Sájarov, las misiones
diplomáticas aliadas abandonaron la ciudad el 7 y el Consejo de
Ministros hizo lo mismo tres días más tarde.218 La defensa de la ciudad hizo que esta volviese al caos producido por los militares al comienzo de la dictadura.218 Cerca de cuatrocientos prisioneros políticos de la cárcel de la ciudad fueron asesinados y muchos otros abandonados a la intemperie.219


Kolchak fue de los últimos en abandonar la ciudad, la noche del 13 de noviembre, en cinco trenes que contenían los restos de la reserva de oro del Imperio.219 220 221 En la madrugada del día siguiente,222 223 tras una marcha forzada de doscientos kilómetros en dos días, unidades del 5.º Ejército soviético al mando de Tujachevski entraban en la ciudad,224 donde encontró escasa oposición de la guarnición local; logró el control de Omsk ya por la tarde del mismo día.219 Capturaron numeroso material y decenas de miles de prisioneros.219 220


Insurrecciones y disgregación del ejército


Últimos meses del régimen de Kolchak, con la retirada de sus unidades, las revueltas en su contra y el avance soviético.
Camino de Irkutsk para reunirse con sus ministros, Kolchak recibió la noticia de la decisión de los mandos de la Legión Checoslovaca de comenzar de inmediato su retirada y abandonar sus actividades a favor de su Gobierno (13 de noviembre de 1919).225 Cinco días más tarde se enteraba del levantamiento socialrevolucionario contra su régimen en Vladivostok, respaldado por el destituido Radola Gajda.225 226 La oposición, que había conspirado contra Kolchak desde hacía tiempo,227 226
se había librado de la represión del gobernador de Kolchak por la
protección de los legados Aliados, contrarios al uso de las tropas
cosacas de Kalmykov en la ciudad.228


El levantamiento, además de la cooperación de Gajda, que informó a
los Aliados de su inminencia a comienzos de noviembre, contó con cierta
simpatía de los representantes Aliados en la ciudad.229 El alzamiento se produjo el 17 de noviembre de 1919,230 231 y logró al comienzo la adhesión de ciertas unidades.229
La suerte del levantamiento, sin embargo, quedó sellada al no lograr
este el respaldo de los ocho mil legionarios checoslovacos de la ciudad,
que se declararon neutrales y expresaron su deseo de ser evacuados
cuanto antes.232
Las unidades militares japonesas, con la excusa de «limitar los
combates», aislaron el centro de la insurrección, la estación de
ferrocarril, de la ciudad.232 231 Las tropas alzadas quedaron entonces sitiadas por Kalmykov y por la marina, leal a Kolchak.232



Tropas de la Legión Checoslovaca. Denigrada por Kolchak a pesar de sus grandes servicios como guardiana del Transiberiano, acabó por dar prioridad a su retirada hacia Vladivostok a finales de 1919, lo que causó desorden en la retirada rusa, y entregó al almirante a los rebeldes de Irkutsk.
Tras unas cortas negociaciones los sitiadores bombardearon la estación el 18 de noviembre y el aplastamiento de la rebelión se convirtió en una matanza.233 Gajda fue rápidamente deportado234 y los principales dirigentes socialrevolucionarios buscaron la protección del mando estadounidense en la ciudad.233


Mientras, los socialrevolucionarios y el Gobierno negociaban en
Irkutsk un acuerdo de colaboración en medio de la desconfianza mutua.235 Kolchak no respaldaba las negociaciones, y continuaba su lenta retirada a lo largo del ferrocarril y alcanzó Taiga el 8 de diciembre de 1919.236
Allí se reunió con el nuevo primer ministro que trató de convencerle de
la necesidad de profundos y rápidos cambios en el Gobierno, sin éxito.237
Tras la marcha de Kolchak el primer ministro logró destituir a Sájarov,
que se oponía a los cambios propuestos por este, como comandante en
jefe por la fuerza.237


El 12 de diciembre de 1919 el general checoslovaco Jan Syrovy le comunicó a su superior, el general francés Maurice Janin,
la necesidad de comenzar de inmediato la evacuación de la Legión para
evitar un amotinamiento, logró el beneplácito de este y el
consentimiento para dar prioridad a los checoslovacos frente a otros
contingentes como el polaco, el serbio, el rumano o el italiano, que
serían evacuados más tarde.238 Pocos días más tarde los checoslovacos se habían hecho con el control total del Transiberiano,
sustituido a los jefes de estación e impuesto a los rusos su orden de
evacuación, en el que las unidades de Kolchak iban a ser evacuadas en
último lugar, tras las unidades extranjeras.238 Los checoslovacos prohibieron el traslado de los convoyes rusos al este de Novonikoláevsk antes de la retirada total checoslovaca, lo que retrasó de manera crucial la retirada rusa224 y aparcó el convoy de Kolchak en Krasnoiarsk durante varios días.238
A pesar de las furibundas protestas rusas los checoslovacos se negaron a
cambiar las órdenes, que dejaron más de 120 trenes de refugiados
atascados en la línea, siendo capturados por los soviéticos220 a un ritmo de unos 10-20 diarios.238 Mientras, Kolchak continuó su lento avance hacia Irkutsk siempre que se lo permitían los checoslovacos.239 220 En Kranoiarsk quedó detenido entre el 17 y el 21 de diciembre, negándose Janin a dar prioridad a su convoy.239


Tras largas conversaciones Kolchak consiguió abandonar la ciudad poco
antes de caer en manos de los rebeldes socialrevolucionarios del
«Centro Político», que también controlaban ya Nizhneúdinsk cuando el almirante alcanzó la ciudad el 27 de diciembre y quedó a la vez protegido y detenido por las tropas checoslovacas que controlaban la estación.239 El 24 de diciembre de 1919 el «Centro Político» había tomado el control de Irkutsk.234 240


El 27 de diciembre de 1919, el 5.º Ejército Rojo capturó Novonikoláevsk, donde los atascos en el ferrocarril, que habían dejado al 2.º y 3.er ejércitos bloqueados tras cien kilómetros de trenes con refugiados entre Chulym y la ciudad, habían acelerado la disolución del ejército.241 Nuevamente, al conquistar la ciudad los soviéticos hicieron miles de prisioneros y tomaron abundante material.241 Semana y media antes unidades del Ejército, amotinadas en Tomsk y Taigá, asesinaron a algunos oficiales y exigieron la firma de la paz con los soviéticos, que avanzaban sobre ellas.241


El sucesor de Sájarov al frente de los restos del ejército, el general Kappel,240 trató en vano de detener el avance soviético en Krasnoiarsk, pero los alzamientos favorecidos por los socialrevolucionarios y los amotinamientos de tropas frustraron sus esfuerzos.242
La multitud de refugiados, el desorden de sus tropas y el control del
ferrocarril por los checoslovacos, que dieron total prioridad a la
evacuación de sus unidades, impidieron cualquier intento de resistencia.242
La retirada del ejército, entremezclada con la de los numerosos
refugiados, fue durísima en medio del invierno siberiano en el recorrido
de mil quinientos kilómetros entre Omsk y Krasnoiarsk.242 El frío, la falta de asentamientos donde refugiarse, de transporte para huir de las unidades soviéticas, la epidemia de tifus y la dura naturaleza de la región, infestada de lobos, convirtieron la marcha en terrorífica.242


Nuevamente tras largas negociaciones y la promesa de dimisión de
Kolchak, los checoslovacos le suministraron trenes para continuar su
viaje y evitar que cayese en manos de los rebeldes que controlaban
Nizhneúdinsk, pero bajo escolta militar checoslovaca y habiendo
desarmado a su guardia.243
Los allegados al almirante confiaban en, una vez llegados a Irkutsk,
librarse de los checoslovacos, muy hostiles al almirante, y obtener el
sostén de las unidades japonesas presentes en la ciudad.243 El 5 de enero, en un gesto inútil, Kolchak había transferido su título de Gobernante Supremo a Denikin,244 que también se hallaba ya en retirada.230


Detención, últimas operaciones militares y muerte

Con el hundimiento de la administración «blanca» y bandas de
partisanos y trabajadores presentes en la línea, el viaje se tornó cada
vez más tenso.243 El 12 de enero de 1920, ante la amenaza de volar la línea y cortar el suministro de carbón a los checoslovacos, estos accedieron a que subiese al tren del almirante un representante de los partisanos.243 Al día siguiente, hubieron de permitir que varias docenas de rebeldes se uniesen al tren.245 Este llegó finalmente a Irkutsk a las 3 de la tarde del 15 de enero244 y fue recibido por tropas rebeldes del Centro Político, que controlaba precariamente la ciudad.245 230
Detenido en su vagón por los rebeldes, la petición del comandante
japonés de las tropas acantonadas en la ciudad de lograr su custodia fue
rechazada por Syrovy, que temía la reacción de los mineros y de los
rebeldes contra la evacuación de sus hombres.246 Janin aprobó la entrega de Kolchak a los rebeldes,244 que se le comunicó esa misma tarde por azorados representantes checoslovacos.246 Los Aliados habían prometido anteriormente asegurar su protección y trasladarlo a donde desease.244


La decisión de Syrovy y Janin fue muy polémica244
y a menudo tachada de traición, pero la actitud de las tropas
checoslovacas, simpatizantes de los rebeldes, parece que hubiese
impedido otra alternativa salvo la de enfrentarse a estos y afrontar una
retirada estorbada por ellos de miles de kilómetros a través del
invierno siberiano.247
Ante el historial de desprecio de Kolchak, las perspectivas de grandes
pérdidas y una difícil evacuación, y el rápido avance soviético, la
entrega de Kolchak a los rebeldes quedó decidida.248


Fue encarcelado junto a su amante y algunos de sus ministros.249
Durante su arresto Kolchak fue sometido a la investigación de una
comisión de cinco socialistas, miembros de los partidos que se habían
hecho con el control de la ciudad, del 21 de enero al 6 de febrero.249


El «Centro Político», en cuyo poder se encontraba Kolchak, contaba,
sin embargo, con escaso respaldo popular y sobrevivía gracias al apoyo
checoslovaco; era cada vez más evidente su incapacidad para detener el
avance soviético o evitar la toma del poder en las ciudades en las que
se había sublevado por parte de los bolcheviques locales.250 Una delegación socialrevolucionaria trató, no obstante, de interrumpir el avance de los soviéticos en conversaciones, aprobadas por Lenin en Tomsk.251
El acuerdo con el comandante soviético para la creación de un Estado
entre los soviéticos y los japoneses, sin embargo, quedó invalidado por
la pérdida del poder de los socialrevolucionarios en Irkutsk el 21 de enero,230 que lo entregaron voluntariamente a un comité revolucionario bolchevique antes de disolverse.251



Última fotografía conocida de Kolchak antes de su ejecución en Irkutsk
ante el avance de los restos de su ejército hacia la ciudad, que
amenazaba con liberarlo. Las nuevas autoridades soviéticas de la ciudad
obtuvieron permiso para ejecutarlo junto a su primer ministro para
evitar esta posibilidad, a pesar de las anteriores instrucciones de Lenin, que pretendía juzgarlo.
Un día antes de la desaparición del Centro Político, unidades blancas en retirada comenzaron a agruparse en Nizhneúdinsk y amenazaron con retomar Irkutsk.251 Estas eran las fuerzas que Kappel252
había dirigido hacia el norte, alejadas de la línea de avance principal
de los soviéticos a lo largo del Transiberiano, primero a lo largo del río Yeniséi y más tarde de nuevo hacia el Sur, siguiendo el afluente río Kan hacia Kansk.253 Otras unidades habían seguido al general Serguéi Voitsejovski
a lo largo de la ruta principal donde los soviéticos, acelerando el
ritmo de avance, forzaron la rendición de cinco mil polacos de la Legión Polaca, muy desmoralizados, el 8 de enero de 1920 a los que los checoslovacos se habían negado a evacuar a sus heridos y enfermos.254
Poco después las escasas unidades rumanas también eran alcanzadas y,
tras intentar en vano utilizar los trenes en manos de los checoslovacos,
se rendían a los soviéticos.254 Comenzaron entonces los combates entre la vanguardia soviética y la retaguardia checoslovaca.254 Kappel alcanzó Kansk el 15 de enero de 1920,
dos días después de que las últimas tropas checoslovacas cruzasen la
ciudad y, aunque fracasó en su intento de retomarla de manos de los
soviéticos, consiguió avituallarse y continuar hacia el Este.254 El 20 de enero, Kappel derrotó a las fuerzas del Centro Político y los partisanos en Uk y al día siguiente retomó Nizhneúdinsk, donde las unidades supervivientes de Voitsejovski se reunieron con él.254
Comenzaron entonces las operaciones para capturar Irkutsk, liberar a
Kolchak y sus compañeros, recuperar la reserva de oro y formar un nuevo
frente al oeste de la ciudad.254



Celda de la prisión de Irkutsk donde fue encerrado Kolchak durante su detención y hasta su fusilamiento.
Los intentos de negociación entre la nueva administración bolchevique
de la ciudad para evitar el asalto y Voitsejovski (que acababa de
suceder a Kappel como comandante en jefe tras la muerte de este) fracasaron.255
Ante la imposibilidad de defender Irkutsk de Voitsejovski y ya claro el
objetivo de este de rescatar a Kolchak, el comité de la ciudad decidió
ejecutarlo.255 234 252 El 4 de febrero de 1920 las primeras unidades «blancas» habían alcanzado los suburbios de la ciudad, a pesar de los intentos de contenerlas.255 El día anterior el comité de la ciudad restauró la pena de muerte y el 6 de febrero
solicitó permiso para la ejecución de Kolchak y de su primer ministro
Pepeliáev de la autoridad soviética más cercana, el presidente del
comité militar revolucionario del 5.º Ejército, Smirnov, que, a pesar de las instrucciones de Lenin de capturar vivo a Kolchak para ser juzgado en Moscú,230 252 dio permiso para las ejecuciones en caso de peligro de liberación por parte de Voitsejovski.256


El 7 de febrero de 1920, el jefe local de la cheka comunicó la decisión a Kolchak, que en todo momento se mostró tranquilo y digno, a diferencia de Pepeliáev.3 252
Una organización clandestina había tratado de liberar al almirante pero
este se había negado a abandonar a sus compañeros de prisión.257 Dos horas más tarde, a las 4:00 a. m. Kolchak y Pepeliáev fueron sacados de la prisión y fusilados,230 el primero tranquilo y rechazando que le vendasen los ojos, el segundo teniendo que ser arrastrado hasta el lugar de ejecución.257 252 A continuación sus cuerpos fueron lanzados al río Ushakovka (afluente del río Angará) a través de un agujero en el hielo.257 234 252 6


El mismo día se conoció el acuerdo entre soviéticos y checoslovacos
que puso fin a los combates entre sus fuerzas y facilitaba la evacuación
de los segundos a cambio de su estricta neutralidad.258
Como consecuencia los checoslovacos ordenaron a Voitsejovski abandonar
el asalto de Irkutsk para garantizar la neutralidad en el ferrocarril y
aquel se vio obligado a retirar sus unidades, continuar su retirada al
Este y rodear la ciudad.259 A finales de febrero unos doce mil harapientos supervivientes de las fuerzas de Kolchak alcanzaron Chitá, los únicos restos de su ejército.259


El 1 de marzo de 1920,
las últimas unidades checoslovacas evacuaron Irkutsk y una semana más
tarde las primeras unidades del 5.º Ejército soviético entraban en la
ciudad.259 El mismo mes la reserva de oro rusa partía de vuelta a Kazán en un tren con una pancarta: «Al querido Vladímir Ilich, la ciudad de Irkutsk».259


Valoración

Tras regresar a Gran Bretaña, el general Knox envió un informe al Ministerio de Defensa que se considera un resumen ecuánime de Kolchak y su dictadura:260


Toda la responsabilidad por el fracaso en Siberia
no debe recaer en el almirante Kolchak. Es cierto que su carácter tenía
rasgos que cuadraban mal con su cargo de Gobernante Supremo. Aunque
obstinado, le faltaba la verdadera fuerza de carácter y caía con
facilidad bajo la influencia de cualquier individuo que estuviese
continuamente en su compañía. Era demasiado benévolo y permitió que la
maquinaria militar se viese afectada seriamente por las continuas
disputas y celos de sus subordinados en vez de imponer mediante duras
medidas que trabajasen de forma honesta y patriótica. Desperdició su
tiempo en dirigir operaciones militares de las que no sabía nada
mientras desatendía la administración civil de la retaguardia. Además
era un diplomático deficiente y, siendo de carácter tímido, perdió la lealtad de la población civil apareciendo rara vez en público.


Por otro lado el almirante Kolchak era sin duda honesto y profundamente patriótico. Sabía mandar y se había ganado la reputación de caudillo al mando de la Flota del Mar Negro. En política sus ideas eran progresistas
y estaba verdaderamente preocupado por mejorar las condiciones de vida
de los campesinos, que creía acabarían por ser la clase dominante en
Rusia. Todos los ingleses que le trataron quedaron impresionados por su
sinceridad y decisión; sintieron que era el mejor hombre de Siberia y
que merecía su apoyo.


Si su tarea le abrumó no fue culpa del almirante. Para haber triunfado se hubiese necesitado al menos un Napoleón.
Hay que recordar que por entonces reinaba el caos en toda Siberia y que
su desarrollo era insuficiente. Siberia no contaba con fábricas y
Kolchak no pudo abastecer a su ejército o a la población civil.
Dependía por completo de los abastos enviados por los Aliados, que
fueron insuficientes, y de los créditos extranjeros, que no consiguió.
El ejército quedó, por tanto, mal equipado y la población no tuvo sus
necesidades cubiertas. Que se hiciese tan poco improvisando y usando de
la mejor manera estos recursos se debió a la ausencia total de
funcionarios incluso mínimamente capaces y honestos que administrasen
las fuerzas armadas
y el país. El resultado inevitable fue que, a pesar de los esfuerzos de
Kolchak, el ejército perdió paulatinamente su capacidad de combate, la
población civil se tornó cada vez más descontenta y desleal y
finalmente, se mostró dispuesta a dar la bienvenida a los bolcheviques.


En palabras del barón Budberg, miembro del Gobierno de Kolchak, la falta de capacidad como dictador del almirante dio como resultado:261


Decadencia en el Ejército, ignorancia e incompetencia en el alto
mando, en el gobierno inmoralidad, riñas e intrigas de egoístas
ambiciosos. En la sociedad en general, pánico, egoísmo, sobornos y todo
tipo de comportamientos escandalosos.


En palabras de un comentarista socialrevolucionario de la época, la falta de autoridad real de Kolchak hizo que:261


La dictadura de Kolchak era solo un símbolo que ocultaba las dictaduras de los dictadorzuelos de los uezd, gubernias y oblasts,
henchidos de amor por su propio poder aunque vistiesen charreteras por
primera vez y no mandasen a menudo más que unas docenas de hombres. Lo
único que estos dictadores tenían en común era su convencimiento de que
la salvación de Rusia residía en el látigo: el látigo en los cuarteles,
en las aldeas, contra los campesinos y, en especial, contra los trabajadores, que todos consideraban como alborotadores bolcheviques.


Tampoco Kolchak supo ganarse el respaldo de la oposición moderada, rechazando cualquier tipo.262 Según el general Graves:262


[...] la palabra "bolchevique"
se aplicaba a cualquiera que no apoyaba a Kolchak y a la clase
autocrática que lo rodeaba. El significado político de la palabra
"bolchevique", tal como se usaba en Siberia, abarcó a todos los
representantes de las organizaciones de los zemstvos que se opusieron a las ideas de Kolchak.


Con los reveses militares a partir del verano la estabilidad y salud
de Kolchak empeoraron sensiblemente y dificultaron sus tareas.262 Según el viceministro de educación Gueorgui Guins, en una reunión con los ministros para tratar el grave problema del transporte:


Dio un puñetazo en la mesa, lanzó todo al suelo, cogió una navaja y
se puso a raspar el brazo de su silla.[...] «¡Déjenme en paz!», gritó.
Les prohíbo que traten esas cuestiones. Hoy voy a presentarme ante el
Consejo de Ministros y ordenaré que no se apruebe NIN-GU-NA reforma.


El carácter inestable de Kolchak, su incapacidad para escoger subordinados capaces o para aceptar críticas mostraron su incapacidad para el puesto.262


La falta de control sobre algunos caudillos cosacos causó gran daño al Gobierno, al igual que los desmanes de otros oficiales.263 En palabras del barón Budberg:263


Querían crear una fuerza para destruir el bolchevismo, pero acabaron
por ayudarle al darle una oportunidad impagable de probar que sus
repetidos avisos de que «la hidra de la contrarrevolución ha levantado
su sanguinaria cabeza» estaban basados en hechos.


Sobre la extendida corrupción, la decadencia moral, las intrigas y el egoísmo reinante en el territorio, Budberg escribió:262


El veneno de la atamanshchina y de la dulzura de vivir fuera
de la ley ha penetrado demasiado profundamente en todas partes. Con toda
probabilidad nos devorará a todos y pereceremos en su propio hedor.


En palabras del embajador norteamericano en Japón, Roland Morries:263


Por toda Siberia [...] se desarrolla una orgía de arrestos sin cargos, de ejecuciones sin ni siquiera la apariencia de juicios y de confiscaciones sin asomo de autoridad.


La derrota de Kolchak fue, principalmente, política, además de militar.264 103 Se considera que su dictadura
fracasó en aspectos políticos fundamentales: su autoridad y legitimidad
no fueron ampliamente reconocidas en la región, el carácter de la
dictadura no se distinguió claramente del antiguo régimen zarista, fue incapaz de pergeñar un programa progresista
alternativo al bolchevique, no tuvo el arraigo regionalista necesario y
dependió de manera excesiva de la ayuda e influencia de fuerzas
extranjeras.265 Los representantes del antiguo régimen se concentraron alrededor de Kolchak,266 dando cada vez más la apariencia de que su Gobierno, en caso de vencer, no traería un nuevo Gobierno, sino un retorno al antiguo régimen.266 En palabras del kadete Ustrialov, ministro de Información de Kolchak:266


Esta no es la nueva Rusia, no es el futuro [...] y nada hay que
celebrar en su triunfo. Esta no es la vanguardia de un sistema de
gobierno renovado, es la retaguardia de un pasado que está pasando a la
eternidad.


Rehabilitación de su figura


Moderno monumento a Kolchak en Irkutsk.
Durante la era soviética Kolchak y los blancos fueron considerados enemigos del pueblo, y su recuerdo denigrado.5
Sin embargo, tras la caída del régimen comunista ha habido una
reivindicación de la figura de Kolchak y sus servicios en interés de
Rusia, principalmente en la prensa popular conservadora y nacionalista,
en la que han aparecido diversas hagiografías.5
Sus partidarios le presentan como un mártir patriota que se sacrificó
valientemente para tratar de restaurar la grandeza de su patria.5 Oficialmente su memoria aún no ha sido rehabilitada, tal como se ha hecho con el zar Nicolás II, Denikin, Kappel y otros protagonistas de la guerra civil
y dirigentes blancos. Por el momento, se han levantado varias estatuas y
monumentos en honor de Kolchak en diversos puntos de la geografía rusa,
entre ellas dos en San Petersburgo
y una Irkutsk que tiene cinco metros de altura. El 15 de julio de 2005,
la isla Kolchak, que había recibido el nombre de isla Rastorgúyev en
1937, recuperó su denominación original.267


En 2008 se realizó una superproducción cinematográfica rusa sobre la figura de Kolchak, Almirante,268 que tuvo un notable éxito en los cines rusos (fue la tercera película que más recaudó, y la primera producción rusa, en 2008).269
Financiada por el canal estatal First Channel, la película se alineaba
con los esfuerzos del Gobierno ruso por reconectar a la potencia
emergente con el pasado imperial ruso. Se ha considerado que la película
constituye un esfuerzo por rehabilitar a Kolchak.270


Véase también

Notas


  • 4 de noviembre, según el calendario juliano entonces vigente en el Imperio ruso.

    1. Kolchak había dimitido el 6 de juniojul./ 19 de junio de 1917greg..
      Partió a la capital sin recibir a la delegación de oficiales
      estadounidenses que habían acudido a la base naval para colaborar en la
      mejora de la flota rusa, pero acabó viajando con ella a Petrogrado.24

    Referencias


    1. Latest Russian blockbuster fits Kremlin script, Reuters, 6 de octubre de 2008 (en inglés).

    Bibliografía

    Enlaces externos



  • Smele
    aclara que, aunque se indican 1873 y 1874 como los años de nacimiento
    de Kolchak, su hijo corroboró 1874 como en año correcto.7 Barr indica el día y mes correctos, pero da el año erróneo.6


  • Weeks y Baylen indican que el nombramiento tuvo lugar en octubre,8 pero el propio Kolchak afirma que se comunicó en julio.44


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  • Russian box office rises 47%, Variety, 2 de enero de 2009 (en inglés).


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