martes, 22 de diciembre de 2015




SAHARA OCCIDENTAL: LA ÚLTIMA COLONIA EN ÁFRICA, por Abdurrahaman Boudda





El Sahara Occidental se encuentra situado en el noroeste de África con una extensión territorial de 285000 km2.
Sus fronteras lindan con Marruecos, Argelia y Mauritania y su costa de
más de 1500 kilómetros está bañada por el Océano Atlántico.
Los Sanhajas, pueblo
antecesor de lo que luego serían los bereberes, emigraron desde el norte
del continente hacia el noreste, expulsando hacia el sur a la población
que vivía en el Sahara Occidental. Ocuparon todo el territorio durante
mil años.
El Islam alcanzó a los
habitantes del Sahara en el siglo VIII, aunque no se consolidó hasta el
siglo XI gracias a Abdul-la ibn Yazin, que al mando de las tropas
almorávides llevó acabo la invasión del norte de África hasta llegar a
al-Ándalus.
En el siglo XIII, los Beni
Hassan, un pueblo árabe beduino procedente de Yemen, ocupó el Sahara
Occidental. Junto a los Sanhajas acabaron fusionándose después de muchos
enfrentamientos. A partir de esta fusión de pueblos surgió lo que hoy
llamamos el pueblo Saharaui.



DESIERTO DEL SAHARA
Antes de la llegada de los españoles, los habitantes
del Sahara tenían unas instituciones que desempeñaban la administración
del poder. La Yema o asamblea de notables tenía funciones legislativas y
gubernamentales y era la encargada de resolver todas las cuestiones que
afectaban a la supervivencia de la población.En 1884 fue reclamada por
España la región situada entre el Cabo Bojador y el Cabo Blanco durante
la Conferencia de Berlín. Posteriormente España fue recortando regiones
del Sahara a través de acuerdos con Francia, principal colonizador del
norte de África, entre los años 1900 y 1912. Debido a la resistencia de
los Saharauis, el control del territorio no se hizo efectivo por los
españoles hasta muchos años después. En 1934 los líderes tribales
firmaron con los colonizadores un acuerdo amistoso que les permite
controlar el Sahara. La ocupación administrativa Española tuvo lugar en
el año 1936.



Los Saharauis nunca habían sido
gobernados por una fuerza extranjera, eran guerreros valerosos que
mantuvieron su territorio inaccesible a los invasores extranjeros y
protegían a las caravanas comerciales que cruzaban su territorio.
Los Sultanes de Marruecos nunca
reclamaron al Sahara como parte de sus territorios y la historia lo
confirma: en una carta fechada el 30 de mayo 1767 dirigida al rey
Carlos III, el sultán alauita Mohamed bin Abdullah reconoció formalmente
no tener autoridad ni poder al sur del río Nun. El 1 de marzo 1799, en
un acuerdo firmado con España, el Sultán Mulay Suleiman reconoció no
tener autoridad ni poder sobre Saguia el Hamra y Río de Oro.
Tropas españolas


Con el ingreso en 1955 de España
en las Naciones Unidas se comprometió a someterse a los principios del
organismo en materia de descolonización.
En 1956 Marruecos se independizó
y comenzó a reclamar el Sahara Occidental como parte de su “Gran
Marruecos”, que abarcaba también a Mauritania y parte de Argelia. El 14
de enero 1958 España, temerosa de perder su colonia, declaró el Sahara
occidental “una provincia Española”.
En 1963, el comité especial de
descolonización de las naciones unidas incluyó  el Sahara como una de
las regiones a las que se debía aplicar el proceso de descolonización.
Dos años después,  la ONU proclamó el derecho de autodeterminación del
pueblo saharaui, y en 1966 una nueva resolución pide a España la
celebración de un referéndum por dicha causa.
España otorgó a Guinea
Ecuatorial su independencia en 1968, negando tal derecho al pueblo
Saharaui. En el mismo año se creó la Organización Vanguardia de
Liberación del Sahara (OLVS), fundada por Sidi Brahim Basiri que
propugnó una solución negociada con el gobierno Español.
Sidi Brahim Basiri
El gobierno Español convocó en 1970 a los Notables Saharauis a una
concentración para demostrar a la prensa la lealtad de los Saharauis a
España. Esta concentración se convirtió en una gran manifestación de los
nacionalistas Saharauis bajo el liderazgo de Sidi Brahim Basiri y
terminó con un saldo de decenas de muertos y detenidos, entre ellos el
propio Basiri.


El 10 de mayo se fundó el frente
de liberación del Sagia el Hamra y Río de Oro (Frente Polisario); diez
días más tarde se desencadena la lucha armada del pueblo Saharaui,
siendo el objetivo de su primera acción el puesto militar español
situado en la localidad del Janga.
En 1974 España anunció sus
planes para conceder mayor autonomía a los Saharauis y celebrar un
referéndum durante la primavera de 1975. Marruecos se opuso con fuerza
al proyecto, manifestando claramente sus ambiciosos planes anexionistas.
La UNO, ante las protestas de Marruecos, propuso llevar el caso al
Tribunal Internacional de La Haya. En septiembre 1975 se emitió el
dictamen que condenó las pretensiones de Marruecos y Mauritania sobre el
Sahara Occidental.
Marcha verde
El 6 de noviembre del
mismo año, el rey de Marruecos organizó la llamada “Marcha Verde”
durante la cual unos 350.000 ciudadanos cruzaron la frontera del Sahara
Occidental. Ante las cámaras de televisión se mostró el carácter
pacífico de esta marcha cuando días atrás, concretamente el 31 de
octubre, más de 25000 soldados marroquíes con su artillería, sus tanques
y su aviación habían invadido la tierra del Saguia el Hamra y Río de
Oro, asesinando a niños, mujeres y ancianos indefensos, destruyendo
ciudades y aldeas.
Tropas del frente Polisario
Acuerdos entre Marruecos, España y Mauritania en los que se
estableció la división del Sahara Occidental. El 26 de febrero de 1976
los últimos soldados españoles abandonaron el Sahara, proclamándose un
día después la República Árabe Saharaui Democrática.


La población Saharaui atrapada entre los fuegos de los ejércitos marroquí y mauritano, huyó aterrada y 


Armas saharahuis
desorientada para encontrar
refugio más allá de la frontera argelina. Los pocos guerrilleros
Saharauis, con sus escasas armas, llevaron a cabo dos arduas tareas:
evacuar a los civiles y enfrentar a dos poderosos ejércitos asesorados
por oficiales extranjeros. En las batallas libradas por los guerrilleros
Saharauis fueron aniquilados y capturados centenares de soldados, así
como un enorme arsenal bélico y decenas de ciudades fueron liberadas.
En 1979, con Mauritania
derrotada y con una economía seriamente dañada, ésta fue obligada a
firmar un acuerdo de paz con el Frente Polisario, renunciando a sus
pretensiones sobre el territorio. Al mismo tiempo Marruecos materializó
la ocupación de esta región con ayuda de E.U.A. y Francia.
Los combates no cesaban en torno
a las grandes ciudades del Sahara. Ante la incapacidad de las tropas
marroquíes de seguir resistiendo los feroces ataques de los guerrilleros
Saharauis, Marruecos construyó entre 1980 y 1987 con ayuda de sus
aliados una inmensa línea de fortificaciones con dispositivos de
detección electrónica constituidos por radares atravesando todo el
territorio del Sahara y protegiendo a lo largo de más de 2000km los
yacimientos de Bukraa, Aiun Samara  y Dajla.
Los guerrilleros Saharauis
emplearon una nueva estrategia basada en la guerra de
desgaste realizando ataques relámpago escogiendo el lugar y momento
oportuno para atacar su enemigo
con la intención de desmoralizarlo en sus posiciones estables.
La victoria de la República
Árabe Saharaui Democrática en el campo diplomático, basada en el
reconocimiento de más de 61 países y su ingreso en la OUA (Organización
para la Unidad Africana) como miembro de pleno derecho y la derrota
militar de Marruecos en el campo de batalla, obligaron al rey Hasan II a
aceptar el plan de paz elaborado por la UNO y la OUA, en el cual se
planeaba el alto al fuego y el establecimiento de una comisión
internacional que organizaría un referéndum de autodeterminación del
pueblo Saharaui.
En 1989 comenzaron las
conversaciones en medio de grandes diferencias, el Frente Polisario
sostenía que la base del censo para la celebración de la consulta debía
ser el censo Español de 1974, mientras que Marruecos exigía incluir a
todos los habitantes del territorio que en su mayoría son colonos que
llegaron con la Marcha Verde durante la invasión del Sahara.
El Aaium, capital del antiguo Sahara Español




El 6 de septiembre entró en
vigor el alto al fuego que fue respetado por las dos partes. En 1991 se
publicó el primer censo electoral con 86000 votantes, que se completó en
el año 2000. Marruecos continuó obstaculizando la celebración de esta
consulta, consistiendo su único interés en acallar las armas de los
Saharauis.
En el año 2003, el enviado
especial de la UNO y antiguo secretario de estado norteamericano, James
Baker, propuso un plan de paz que  incluía una amplia autonomía para el
Sahara Occidental dentro de Marruecos como fase previa a la celebración
de un referéndum sobre el futuro del territorio. Marruecos volvió a
rechazar la oferta, negándose a toda solución que pudiera conducir a la
autodeterminación del pueblo Saharaui, pretendiendo mantener la
marroquinidad del Sahara. El Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas  continuó postergando la misión de la  MINURSO (Misión
Internacional para la Organización del Referéndum en el Sahara
Occidental) incapaz de obligar a Marruecos a someterse a las exigencias
de la comunidad internacional, debido al respaldo incondicional y ciego
de algunas potencias mundiales representadas en el organismo.
A medida que transcurre el tiempo, el mundo va conociendo la realidad del conflicto. Los
ciudadanos saharauis en las zonas ocupadas cada día se siguen
manifestando en las calles, a pesar de las torturas y represiones,
exigiendo su derecho a la autodeterminación.
Mientras
tanto, los refugiados en los campamentos de Tinduf continúan resistiendo
en el seno de su estado fundado en el exilio con sólidas instituciones,
dispuestos a seguir luchando hasta la última gota de sangre.

La Represión "roja". ¡Angelitos! ¡Qué Dios les bendiga! - Periodista Digital

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